Entendemos la Escuela católica como “ámbito de vida” en el que se da un proceso evangelizador marcado por tres círculos concéntricos que indican cierta simultaneidad en el proceso: En el umbral de la fe los destinatarios se abren a la fe, diálogo fe-cultura: los destinatarios descubren la fe, catequesis explícita: los destinatarios viven, celebran y se comprometen en la fe.