
En Ronda, la Cruz acudió a la Iglesia del Socorro, donde los mayores de nuestro colegio (4º ESO) la sacaron en procesión y también al Icono de la Virgen, que lo portaron los de 3º ESO.
Todos los alumnos de Infantil y Primaria llevábamos una cinta de colores amarillo y blanco que, agitábamos al paso de la Cruz y de la Virgen, formando entre todos un pasillo mientras sonaban alegres las campanas en toda la plaza. Así entramos en la Iglesia, cantando canciones muy contentos, y comenzamos la oración.
Primero los más pequeños adoraron la Cruz, besándola y poniendo la suya sobre ésta. (En las clases hicimos todos una cruz de madera que adornamos de muchos colores y nos la colgamos para ese día). También las madres que asistieron se acercaron a besarla. Luego los de 2º ciclo, con unas peticiones y canciones, tuvieron su participación y se marchaban. Entonces comenzamos la adoración de los mayores. Vimos dos vídeos con imágenes de la Cruz por todo el mundo que nos sirvieron para darnos cuenta de la importancia que tiene para toda la humanidad. Unos niños de 5º, 6º y de 1º de ESO encendieron unas velas al ir explicando el sentido de la cruz para los cristianos. Pero lo que más nos gustó fue la adoración de la Cruz. Nos dio mucha alegría besar la cruz y pedirle fuerzas a Jesús. Fue muy bonito y sentimos mucha emoción al arrodillarnos ante ella y a la vez orgullo de poder ser algunos de los afortunados que han podido ver, tocar, dar gracias a Dios y pedirle cosas a los pies de esta importante y humilde cruz. Fue un momento único y, como no sabemos si lo vamos a vivir más, nunca se nos olvidará.
Se hicieron otros actos en Ronda con la Cruz, pero uno significativo para nosotros fue un viacrucis por las calles, en el que una de las estaciones se tuvo en nuestra iglesia, ya que es donde reside nuestra Patrona, la Virgen de la Paz.
Alumn@s de 6º de Primaria – Sagrado Corazón “Esclavas” - RONDA
¡No sólo dos tableros…!
Son muchos los años y momentos grandiosos vividos con todos nuestros compañeros; hemos reído, llorado, disfrutado, soñado,… en pocas palabras ¡Nos queremos!.
Creíamos que nos quedaban pocos acontecimientos por compartir ya que, pronto, cada uno buscará su pupitre en otro lugar, es cuestión de poco más de un mes…
Pero, he aquí que, hoy, hemos sentido que no sólo somos un grupo que se quiere; no, hoy, nos hemos sentido UNO. Pocas veces, en la vida, se tiene la suerte de vivir una experiencia de la magnitud que ha tenido ésta: Amanecía en nuestra ciudad, llegaba y brillaba el sol como no lo hacía últimamente. Todos íbamos ilusionados, en principio, para colaborar en un acto colegial. Sabíamos que portaríamos algo importante, algo único y grande, y no sólo por sus dimensiones…. Nos habían contado que nuestra ciudad era una de las elegidas para recibir este regalo y nos contaron su historia. Es decir, contábamos con datos suficientes para desear que llegara ese momento. Todo estaba preparado y nosotros también. La vimos llegar, y nunca podíamos imaginar que dos tableros de madera llegaran a significar tanto. De aspecto monumental, una vez colocada sobre nuestros hombros, parecía flotar, no sufríamos su carga; todos éramos un solo cuerpo vestido con la mejor de las galas. Un símbolo universal, más de dos mil años de historia que recogen muchas tristezas, penas, sufrimientos, pero, también amor, alegrías y la mayor de la felicidad, y de eso fuimos todos testigos en primera persona, en esa única persona que sentíamos ser; en nosotros, también estaban latentes todas aquellos corazones que, anteriormente, caminaron con ella cuando la fortuna les hizo este regalo en forma de visita.
No sabemos lo que la vida nos tendrá preparado a cada uno de nosotros, nos queda, si Dios quiere, toda una vida por delante con todo lo que esto significa, pero si de algo estamos seguros es que, el día de hoy nos ha llenado tanto y de tantas maravillas nuestros corazones que nos ayudará a seguir el camino con una carga más plena de bondad y de espiritualidad, porque, hemos aprendido, que las dificultades, con Jesús como compañero, siempre se pueden llevar.
4º ESO

