“Cristo está vivo. Después de vivir entre nosotros y pasar haciendo el bien, después de ser condenado a morir en una cruz… Cristo vive. En esta cruz, en la fuerza de la convocatoria que despierta, podemos afirmar y confirmar que Cristo vive” Más o menos con estas palabras, Manuel Ángel, subdelegado de Juventud de la Diócesis daba comienzo a la vigilia de oración con la Cruz y el Icono de los jóvenes en la Plaza de Toros de Jaén tras un emotivo viacrucis en el que participaron todas las cofradías de la ciudad y, con ellas muchos de nuestros alumnos.
Desde el colegio Marcelo Spínola de Jaén, como Familia Spínola hemos vivido esa fuerza especial que tiene la Cruz de los Jóvenes, la cruz de la JMJ.
Costó mucho arrancar; la fecha tenía sus dificultades pero, un grupo de unos 40 entre niños, adolescentes, profesores y padres vivimos algo único. La tarde del sábado 4 de junio nos preparamos en los Encuentros de niños y jóvenes respectivamente… Bailamos con ganas en la Pza de Sta María para acoger en la catedral esta cruz. Nos fuimos a cenar entre la ilusión y nerviosismo, volvimos corriendo a reservar nuestro sitio sin saber que íbamos a vivir algo privilegiado, ¡cogimos, como Familia Spínola, del mismo balcón principal de la catedral esta cruz para empezar a llevarla por las calles de Jaén…! Sabíamos que, después del espectáculo de luz y sonido en la fachada de la catedral, nos tocaba llevarla, estábamos organizados pero el privilegio de formar parte del final de esta catequesis y la sencillez con que fuimos capaces de hacerlo, hizo que nuestra alegría se desbordara; los chicos bailaron la cruz al ritmo del flashmob que volvía a sonar, los pequeños levantaban a tiempo y a destiempo la pancarta Spínola, los mayores éramos capaces de llevar unos iconos que pesaban lo suyo… Podéis ver el video, al final salimos.
Así lo expresa alguno de ellos: “yo creía que me gustaría pero que no me haría tanta ilusión; pude coger la cruz y cuando la cruz se dejo caer en mis hombros sentí que estaba feliz al cogerla porque no todo el mundo tiene la opción, por fin había llegado el momento, me sentí el más especial de todos los presentes puesto que para mí, llevar la cruz era muy importante, la bailamos y la disfrutamos, la soltamos en Diputación pero yo no quería, fuimos a San Ildefonso al concierto-oración de Brotes de Olivo e Ixcis y, después cuando acabó conseguimos llevarla hasta el Seminario… PARA MI HA SIDO UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE”