Jamás había dejado mi pueblo, hasta oír lo llamado que El Señor me hizo.
Mi primer contacto con las hermanas fue en 2002 cuando empecé la enseñanza media en el colegio de las Esclava de mi ciudad. Allá estudié por tres años, me preparé para la confirmación, además de trabajar casi un año, como voluntaria y después con aulas de refuerzo para niños de 1º a 5º.
En 2008 hice acompañamiento con una de las hermanas y en 11 de febrero de 2009 entre en la Congregación. Toda mi formación ha sido en Volta Redonda- Rio de Janeiro, ahora hace dos meses que vivo esta nueva experiencia de noviciado internacional que El Señor ha planteado en la Congregación.
A veces es difícil aceptar, pero lo sé “que el camino se hace caminando.”