Estas palabras del Señor resonaron en mi corazón y con ellas emprendí el camino que Dios me preparaba para este segundo año de noviciado. Consciente de que la voluntad de Dios era que viviera en Ecuador con alegría, fiándome de Él y buscándole en cada rincón, crucé el “charco” y vine a por todas.
Hoy soy yo la que digo… “Ha estado, está y estará conmigo”. Esta certeza me invita a caminar y me asegura que estará conmigo en la misión que tiene preparada para mí. Es por ello que con gran gozo y enorme libertad le diré SÍ el 8 de septiembre en mi primera profesión.
Esto supone que… me marcho de Ecuador, termino el noviciado y emprendo una nueva etapa. Ya no estaré en la “ventana de Ecuador”, aunque sí pendiente de las vivencias de las que aquí se quedan. Seguiré bebiendo de este manantial que el Señor me ha proporcionado.
Agradezco a cada una de las hermanas que forman la Delegación de Ecuador el tiempo compartido con ellas, la alegría, cercanía, sencillez en el trato y su ejemplo de ser Esclava.
En estos momentos mi misión está en otro lugar pero… dado que el Señor se encarga de ensanchar nuestro corazón para aumentar nuestra capacidad de amar… Ecuador se viene conmigo y estará siempre en mi corazón como “experiencia de Dios”.
Chao y ¡¡¡GRACIASSSSSSS!!!!!
Filli