Tamaño Fuente
  • Inicio
  • ADC
    • ¿Quiénes somos?
    • ¿Dónde estamos?
    • Ser ADC
      • Proceso de Formación
      • Testimonios ADC
    • Publicaciones
    • Acceso Privado
    • Misión, Valores, Visión
  • Marcelo Spínola
    • Hojas de difusión
    • Historia
    • Escritos
      • Correspondencia
      • Escritos a las Esclavas
    • Bibliografía
  • Celia Méndez
    • Hojas de difusión
    • Historia
    • Escritos
      • Correspondencia
    • Bibliografía
  • Laicos Spínola
    • ¿Quiénes somos?
    • Sal y Luz
  • Spínola Solidaria
    • ¿Quiénes somos?
    • ¿Qué hacemos?
  • Noticias
  • Descargas
  • Encuentros

    Encuentros

    Leer más
  • Feliz Navidad

    Feliz Navidad

    Leer más
  • Listen to the voice of Creation

    Listen to the voice of Creation

    Leer más
  • Proyecto Betania - Acogida de familias de refugiados de Ucrania

    Proyecto Betania - Acogida de familias de refugiados de Ucrania

    Leer más
› ‹
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4

  • Pastoral

    pastoral esclavas divino corazon

    Leer más
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4

Contenido Destacado

  • Revista ADC

    Sigue nuestros números ONLINE Leer más
  • Testimonios ADC

    ¿por qué soy Esclava y Misionera? Leer más
  • IGLESIA AL DÍA, Un papa que se moja

    La actualidad de la Iglesia en un click Leer más
  • 1
  • Todo lo puedo en Él

    Recursos para la Oración Leer más
  • Galería Multimedia

    Mira nuestras imágenes y vídeos Leer más
  • Música Spínola

    Descarga y escucha nuestra música Leer más
  • Madre Belén

    Leer más
  • 1

Oración al estilo de Taizé

  • Imprimir
  • Correo electrónico
Twitter

CANTO INICIAL


 
SALMO 40

En Yahveh puse toda mi esperanza,
él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso;
asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos.

Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios;
muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
Dichoso el hombre aquel que en Yahveh pone su confianza,
y no se va con los rebeldes, que andan tras la mentira.

¡Cuántas maravillas has hecho, Yahveh, Dios mío,
qué de designios con nosotros: no hay comparable a ti!
 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto;
no pedías holocaustos ni víctimas, dije entonces: Heme aquí, que vengo.
Se me ha prescrito en el rollo del libro hacer tu voluntad.
Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.

No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón,
he proclamado tu lealtad, tu salvación,
no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.
Y tú, Yahveh, no contengas  tus ternuras para mí.
Que tu amor y tu verdad incesantes me guarden.


 ¡Dígnate, oh Yahveh, librarme, Yahveh, corre en mi ayuda!
¡En ti se gocen y se alegren  todos los que te buscan!
Repitan sin cesar: «¡Grande es Yahveh!», los que aman tu salvación.
 Y yo, pobre soy y desdichado,  pero el Señor piensa en mí;
Tú eres mi auxilio y libertador, ¡no te retrases Dios mío!.

LECTURA (Isaías 49, 13- 16)


¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! Prorrumpan los montes en gritos de alegría, pues Yahvé ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido. Pero dice Sión: “Yahvé me ha abandonado, el Señor me ha olvidado”.
-¿Acaso  olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tú estás ante mí perpetuamente.

CANTO

 
SILENCIO

ENCENDER VELAS- CANTO
 

 

ORACIÓN DE INTERCESIÓN

-    Dios creador y salvador, fuente de paz en toda la tierra,
(todos) sé toda nuestra vida

-    Oh Cristo, que llamas a la comunión con todos,
(todos) acógenos en tu amor

-    Oh Cristo, nuestro Pastor, Tú vienes a buscar a quien está perdido, visitar a los abandonados, a los marginados,
(todos) reaviva su esperanza

-    Espíritu Consolador, tú depositas en nosotros una esperanza,
(todos) cólmanos de tu amor

-    Espíritu Consolador, tú suscitas en nosotros un amor capaz de perdonar,
(todos) ven a nosotros, Espíritu Santo.

PADRE NUESTRO

ORACIÓN FINAL


Jesús, el Cristo, recuérdanos que si la fe, la esperanza y el amor fundamentan nuestra existencia, es la vitalidad del amor lo que cuenta por encima de todo. Tú nos dices: “Yo, Cristo, te amo.”. Ahí está la fuente de una paz del corazón.

Hermano Roger de Taizé

CANTO FINAL


 

<><>
  • Acceso Privado
  • Contacto
  • Enlaces
  • Protección de Datos
  • Correo Web
  • Mapa Web
  • Aviso Legal
 
Esclavas del Divino Corazón
C/Maestro Ángel Llorca nº 11 bis
28003 Madrid
 
info@adcspinola.net
 
Diseñada por Rebeca Collado y Joaquín Duro

  • ¿Recordar contraseña?
  • ¿Recordar usuario?