CANTO INICIAL
SALMO 40
En Yahveh puse toda mi esperanza,
él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso;
asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos.
Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios;
muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
Dichoso el hombre aquel que en Yahveh pone su confianza,
y no se va con los rebeldes, que andan tras la mentira.
¡Cuántas maravillas has hecho, Yahveh, Dios mío,
qué de designios con nosotros: no hay comparable a ti!
Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto;
no pedías holocaustos ni víctimas, dije entonces: Heme aquí, que vengo.
Se me ha prescrito en el rollo del libro hacer tu voluntad.
Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.
No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón,
he proclamado tu lealtad, tu salvación,
no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.
Y tú, Yahveh, no contengas tus ternuras para mí.
Que tu amor y tu verdad incesantes me guarden.
¡Dígnate, oh Yahveh, librarme, Yahveh, corre en mi ayuda!
¡En ti se gocen y se alegren todos los que te buscan!
Repitan sin cesar: «¡Grande es Yahveh!», los que aman tu salvación.
Y yo, pobre soy y desdichado, pero el Señor piensa en mí;
Tú eres mi auxilio y libertador, ¡no te retrases Dios mío!.
LECTURA (Isaías 49, 13- 16)
¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! Prorrumpan los montes en gritos de alegría, pues Yahvé ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido. Pero dice Sión: “Yahvé me ha abandonado, el Señor me ha olvidado”.
-¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tú estás ante mí perpetuamente.
CANTO
SILENCIO
ENCENDER VELAS- CANTO
ORACIÓN DE INTERCESIÓN
- Dios creador y salvador, fuente de paz en toda la tierra,
(todos) sé toda nuestra vida
- Oh Cristo, que llamas a la comunión con todos,
(todos) acógenos en tu amor
- Oh Cristo, nuestro Pastor, Tú vienes a buscar a quien está perdido, visitar a los abandonados, a los marginados,
(todos) reaviva su esperanza
- Espíritu Consolador, tú depositas en nosotros una esperanza,
(todos) cólmanos de tu amor
- Espíritu Consolador, tú suscitas en nosotros un amor capaz de perdonar,
(todos) ven a nosotros, Espíritu Santo.
PADRE NUESTRO
ORACIÓN FINAL
Jesús, el Cristo, recuérdanos que si la fe, la esperanza y el amor fundamentan nuestra existencia, es la vitalidad del amor lo que cuenta por encima de todo. Tú nos dices: “Yo, Cristo, te amo.”. Ahí está la fuente de una paz del corazón.
Hermano Roger de Taizé
CANTO FINAL