CANTO
SALMO 27
El Señor es mi luz y mi salvación: ¿a quién temeré?
El Señor es baluarte de mi vida: ¿de quién me asustaré?
Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no teme;
si entran en batalla contra mí, aun así yo confío.
Una cosa pido al Señor, es lo que busco:
habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida;
contemplando la belleza del Señor, observando su templo.
Él me guarecerá en su cabaña a la hora del peligro;
me esconderá en lo escondido de su tienda, me alzará sobre la roca.
CANTO ALELUYA
LECTURA 1Jn 3, 16-20
Hemos conocido lo que es el amor en aquel que dio la vida por nosotros. Así, pues, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Si uno posee bienes del mundo y ve a su hermano necesitado y le cierra las entrañas y no se compadece de él, ¿cómo puede conservar el amor de Dios? Hijitos, no amemos de palabra y con la boca, sino con obras y de verdad. Así conoceremos que procedemos de la verdad y ante él tendremos la conciencia tranquila. Pues, aunque la conciencia nos acuse, Dios es más grande que nuestra conciencia y lo sabe todo.
CANTO
SILENCIO
PRECES
- Dios nuestro Padre, colma nuestra vida de tu compasión, para que vivamos en la generosidad del perdón.
- Por aquellos que no renuncian a creer y por quienes dan su vida por los otros, te pedimos Señor.
- Por la Iglesia, fermento de comunión; Señor, haz que resplandezca sobre ella tu voluntad.
- Oh Cristo, luz que viene de lo alto, visitas nuestras oscuridades y muéstranos el camino de tu amor.
- Tú que eres la fuente de confianza y de vida, sé el sustento de quienes están en dificultad.
- Por aquellos que no renuncian a creer y por quienes dan su vida por los otros, te pedimos Señor.
- Por la Iglesia, fermento de comunión; Señor, haz que resplandezca sobre ella tu voluntad.
- Oh Cristo, luz que viene de lo alto, visitas nuestras oscuridades y muéstranos el camino de tu amor.
- Tú que eres la fuente de confianza y de vida, sé el sustento de quienes están en dificultad.
PADRENUESTRO
ORACIÓN
Jesús, nuestra paz, si nuestra boca se mantiene en silencio, nuestro corazón te escucha y te habla. Y tú nos dices a cada uno: “Abandónate con sencillez al Espíritu Santo, tu poca fe basta.
CANTO