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Tiempo de la Iglesia 3

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Canto
Salmo


Bendigo al Señor en todo momento
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.

Gustad y ver qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
del salmo 33
 
Lectura

Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios nos envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo para el perdón de nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

1 Juan 4,7-12

Jesús dice: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.»
Mateo 13,44-46
 
Canto
Silencio
Oración de Intercesión


Por todos los que anuncian fielmente tu Palabra, te pedimos Señor.

Haznos capaces de reconocer tu presencia en nuestro prójimo; que estemos atentos a los pobres y a los desdichados.

Señor, te pedimos por los que sufren en su lugar de trabajo, por los que están sin empleo, por el respeto de su dignidad.

Por los prisioneros y los olvidados de la sociedad; haznos solidarios de su sufrimiento, a ti, el Consolador, te pedimos.

Por los científicos y los investigadores, para que su trabajo sirva a toda la humanidad, te pedimos.

Por los que tienen responsabilidades en la vida pública, para que trabajen con honestidad y para el bien de todos, te pedimos.

Para que en tu Iglesia seamos signos del amor fraterno, te pedimos.
 
Padrenuestro
Oración

Dios de todos los vivientes, haznos capaces de abandonarnos en ti, en el silencio y el amor. Abandonarse en ti no es algo habitual en nuestra condición humana. Pero tú intervienes hasta en lo más íntimo de nosotros mismos y quieres para nosotros la claridad de una esperanza.

Bendícenos, Cristo Jesús, tú que vienes siempre a nuestro lado, allí donde estamos.
 
Cantos
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