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Tiempo de la Iglesia 11

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Canto

Salmo

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar :
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
« El Señor ha estado grande con ellos. »
El Señor ha estado grande con nosotros
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del desierto.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iba llorando,
llevando la sevilla,
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.

salmo 125

Lectura

San Pablo escribe: Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. (...) Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es el amor.

1 Corintios 13,1-9,13

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de las personas, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

Juan 1,1-5

Canto

Silencio

Oración de Intercesión

Por los que están lejos de su hogar: los emigrados, exiliados, las víctimas de la opresión, te pedimos Señor.

Por los que tienen una dificultad, por los que necesitan ayuda y misericordia, te pedimos.

Por todos los que estamos reunidos aquí, para que permanezcamos atentos a quienes nos son confiados, te pedimos.

Para que seamos liberados de toda angustia, te pedimos Señor.

Para que aprendamos a compartir mejor los bienes de la tierra entre todos, te pedimos.

Para que en nosotros se renueve el asombro ante tu creación, te pedimos Señor.

Para que encontremos luz y ánimo en el misterio de comunión que es la Iglesia, te pedimos.

Padrenuestro

Oración

Jesús, nuestra paz, tú nunca nos abandonas. El Espíritu Santo siempre nos abre un camino, el de lanzarnos en Dios como en un abismo. Y sobreviene el asombro: este abismo no es un precipicio de tinieblas, sino que es Dios, abismo de compasión e inocencia.

o

Bendícenos, Señor Cristo, tú que apaciguas nuestro corazón cuando surge lo incomprensible, el sufrimiento de los inocentes.

Cantos

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