Canto
Salmo
Señor, tú me sondeas y me conoces,
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos.
Distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada ?
Si escalo el cielo, allí estás tú ;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
Si digo : « Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí »,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
Lectura
San Juan escribe: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
Jesús dice: «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
Canto
Silencio
Oración de Intercesión
Cristo resucitado, tú colmas nuestra vida con tu compasión para que te busquemos siempre.
Cristo resucitado, tú conoces nuestra espera: condúcenos por el camino eterno.
Cristo resucitado, te pedimos por los que empiezan a conocerte.
Cristo resucitado, te pedimos por quienes no pueden creer: tú ofreces siempre tu amor.
Cristo resucitado, eres el apoyo de quienes conocen dificultades y desánimos: condúcenos por el camino eterno.
Cristo resucitado, te pedimos por los que han sido víctimas de violencias y humillaciones: ven a curar sus heridas.
Cristo resucitado, tú nos guías con tu Espíritu: reúne a todos los pueblos en tu Reino.
Padrenuestro
Oración
Jesús, nuestra alegría, con tu continua presencia en nosotros, nos llevas a dar nuestra vida. E incluso si te olvidamos, tu amor permanece, y envías sobre nosotros el Espíritu Santo.
Bendícenos, Jesucristo, tú que nos das dónde descansar nuestro corazón.