Canto
Salmo
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro,
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca.
Lectura
En esto hemos conocido lo que es amor: en que Jesús dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestro corazón ante El, en caso de que nos condene nuestro corazón, pues Dios es más grande que nuestro corazón y conoce todo.
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»
Canto
Silencio
Oración de Intercesión
Dios, nuestro Padre, llena nuestras vidas con tu compasión, para que vivamos en la generosidad del perdón.
Por quienes no pueden creer, y dan su vida al servicio de los demás, te pedimos.
Por la Iglesia, fermento de comunión: Señor, haz que resplandezca en ella tu rostro.
Oh Cristo, luz de lo alto, ven a visitar a los que están en las tinieblas: muéstrales el camino de tu amor.
Sé el apoyo de los que conocen dificultades y desánimos, tú que eres fuente de confianza y de vida.
Guíanos con tu Espíritu para cumplir la voluntad de tu amor, danos un corazón nuevo.
Padrenuestro
Oración
Jesús, nuestra paz, si nuestros labios permanecen en silencio, nuestro corazón te escucha y también te habla. Y tú dices a cada uno: abandónate simplemente a la vida del Espíritu Santo, tu poca fe basta.
Bendícenos, Cristo Jesús, tu amor por cada uno de nosotros nunca desparecerá.