
Y ahora, en el fondo de nuestro corazón, con la confianza en ti, que te defines como Buen Pastor, decimos:
“El Señor es mi pastor nada me falta
en verdes praderas me hace repostar
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Aunque camine por caminos oscuros
nada temo
porque tú vas conmigo,
tu vara y tu cayado me sosiegan”.
Gracias Señor porque eres el Buen Pastor de mi vida. Ayúdame a comunicar esta experiencia a todos los que aún no la conocen. Que tu Espíritu me de acierto para realizar este anuncio.
Gracias Señor.
MªJosé González Blanch