
Miriam festeja la liberación de su pueblo de la opresión. Coge su pandereta y canta con las otras mujeres:
"Cantad al Señor, sublime es su victoria;
caballos y carros ha arrojado en el mar". (Ex 15, 21)
Mientras que ellas cantan, expresan su solidaridad y su amor de unas con otras y de la comunidad. Ellas reconocen al Señor como fuente de su esperanza.
El ejemplo de Miriam es un desafio a todas las mujeres de reconocer sus dones y de ser una presencia portadora de vida por todas aquellos y aquellas que no tienen voz o dignidad humana. El agua es un elemento esencial en esta escena y simboliza la liberación de su pueblo de la esclavitud.
"Cantad al Señor, sublime es su victoria;
caballos y carros ha arrojado en el mar". (Ex 15, 21)
Mientras que ellas cantan, expresan su solidaridad y su amor de unas con otras y de la comunidad. Ellas reconocen al Señor como fuente de su esperanza.
El ejemplo de Miriam es un desafio a todas las mujeres de reconocer sus dones y de ser una presencia portadora de vida por todas aquellos y aquellas que no tienen voz o dignidad humana. El agua es un elemento esencial en esta escena y simboliza la liberación de su pueblo de la esclavitud.
Oración
Señor, me sostiene el agua viva que tu me das.
Gracias por dármela libremente.
Ayúdame a compartir generosamente este don que tu me has dado.
Hazme capaz de hacer disponible a mis hermanas del mundo entero las aguas que las liberan
para que se sean más humanas..
Señor, Tu afirmas siempre nuestro valor.
Tu has dado la dignidad a todas las mujeres con tu forma de relacionarte con ellas.
Estate conmigo en mi deseo de acercarme a todas las hermanas necesitadas
de todo el Inundo.
"Hay que insinuarse en las almas a través de la dulzura, afin de ganarlas;
y nunca hay que actuar con arrogancia, siempre con mucha humildad y modestia.
Después de ser insinuada con sencilla suavidad, hay que emplear la unción y el fervor total
de caridad. Se atrae a los hombres más por esta vía un tanto sensible que por la autoridad y
el rigor de los preceptos.
El espíritu Santo se vale de ello para ganar a los corazones" (MLP 19,20)
Algunos de nosotros tenemos momentos en los que dudamos de la presencia de Dios en nuestra vida.
Parece imposible que Dios pueda estar presente en los choques, en las confusiones, en la tentación... ¿Dónde creemos que Dios no puede estar presente?
¿En los barrios llenos de personas?, en nuestros quehaceres, en nuestra soledad, con nuestros enemigos, en nuestras dudas con nosotros mismos?
Durante estos momentos luchamos simplemente por sobrevivir, Pero si podemos pararnos y creer que Dios inhala su fuerza y su bondad en nosotras y que el toca su partitura para que los otros le escuchen, podemos mirar nuestra vida con más esperanza y ánimo.
Parece imposible que Dios pueda estar presente en los choques, en las confusiones, en la tentación... ¿Dónde creemos que Dios no puede estar presente?
¿En los barrios llenos de personas?, en nuestros quehaceres, en nuestra soledad, con nuestros enemigos, en nuestras dudas con nosotros mismos?
Durante estos momentos luchamos simplemente por sobrevivir, Pero si podemos pararnos y creer que Dios inhala su fuerza y su bondad en nosotras y que el toca su partitura para que los otros le escuchen, podemos mirar nuestra vida con más esperanza y ánimo.
Mantra
Toma tu tiempo para un rato de reflexión
Tomo conciencia de mis sentimientos, ¿Cuáles son?, Los identifico.
¿Qué es lo que más me ha llegado?
¿Qué es lo que he sentido cuando el Señor me ha ofrecido el agua viva?
¿Qué es lo que he percibo como liberado en mi vida?
¿Qué valor doy yo a mi manera de entrar en relación con los otros y con todo lo que Dios ha creado?
¿En qué medida estoy preparada para coger "mi pandereta" y compartir mi don con los demás?
Si me pidieran describirme, ¿Qué imagen vendría a mí?
Acoge lo que vaya surgiendo en ti.