"Oí tus pasos en el huerto, tuve miedo y me escondí, porque estaba desnudo"Gn 3, 10
Me parecía que Dios jugaba al escondite. Y es que durante mucho tiempo yo fui una persona que…
Buscaba a Dios y Dios me eludía.
Llamaba a Dios y Dios comunicaba.
Escribía a Dios y Dios cambiaba continuamente de dirección.
Dibujaba a Dios y Dios no se reconocía.
Visitaba a Dios y Dios siempre estaba ocupado.
Pedía perdón a Dios y Dios se tapaba los oídos.
Invitaba a Dios y Dios rechazaba el convite.
Abrazaba a Dios y Dios se escurría entre mis brazos.
Lloraba a Dios y Dios desviaba su mirada.
Amaba a Dios y Dios me ponía los cuernos.
Hasta que un día cambié de estrategia y…
Busqué a mi hermano y Dios apareció en mi camino.
Llamé a mi hermano y Dios respondió al instante.
Escribí a mi hermano y Dios me envió una hermosa carta de amor.
Dibujé a mi hermano y Dios me mostró su rostro.
Visité a mi hermano y Dios me abrió la puerta.
Pedí perdón a mi hermano y Dios desplegó toda su misericordia.
Invité a mi hermano y Dios llegó con su traje de gala.
Abracé a mi hermano y Dios me correspondió con tiernas caricias.
Lloré a mi hermano y Dios me secó las lágrimas.
Amé a mi hermano y Dios se enamoró perdidamente de mí…
Por José María Escudero