Algunos los llaman la gente sin techo, para otros no son más que el 4º mundo. Pobres de la calle. Sólo los corazones que todavía recuerdan el lenguaje de las estrellas conocen la verdadera historia. Sólo ellos saben que aquel día, sin saber por qué comenzaron a caer ángeles del cielo, ángeles de blancas vestiduras. Ángeles de blancos sueños y blancas esperanzas. Y sin saber por qué, cuando sus pies tocaban las aceras de las calles, la hierba de los parques, olvidaban de dónde venían y tampoco sabían dónde podían ir. Algunos lo llaman el 4º mundo. Sólo los corazones que todavía recuerdan el lenguaje de las estrellas saben que los ángeles duermen en las aceras.
Esto es un cuento hecho en una puerta de Urgencias, un invierno cualquiera, en el que entra un hombre de unos 60 años literalmente muriéndose de frío. Necesitamos cuentos porque a veces la realidad es más difícil de tragar.
Pedro Sosa
- ¿Me doy cuenta de “los ángeles” de mi alrededor?
- ¿Recuerda mi corazón el lenguaje de las estrellas?