• ¿Me ha tocado la lotería? ¡Toca siempre! ¡Juega! Dios no falla.
• ¿Hay mayor lotería que saber que Dios me quiere?
• El Señor es el lote de mi heredad ¿a quién temeré?
• ¡Una suerte! ¡Una gracia! ¡un don! ¡Un regalo! ¡Un premio perpetuo es nuestro Dios!
• “Si conocieras cómo te amo dejarías de vivir sin amor…”
• ¿Qué “lotería” quiero que me toque? ¿Qué desea mi corazón?
• Lo importante no es que te toque la lotería sino apreciar el valor de lo que te ha tocado.
• ¿Cuáles son las razones de mis alegrías? ¿Con qué salta de ilusión mi corazón y entona un oh eh, oh eh oh eh,…?
• ¡Regalar Buena Noticia a la gente! ¡Eso huele a Pastoral …!
• ¡Un Dios que se hace pequeño, accesible, regalo, se cuela por las rendijas de nuestra vida, se mete en ella y juega con nosotros a la lotería! ¡Siempre nos sorprende!
• …
• Y a ti ¿qué te sugiere?