Yo vi una barca alejarse
por la llanura del mar.
Era de noche y se iba
perdiendo en la oscuridad.
Pensé mientras se alejaba
los riesgos de navegar,
la locura de una vida
que se hunde en la soledad,
Cuando un cantar marinero
trajo la brisa del mar.
He roto ya las amarras
y bebo la inmensidad.
Ya mi vida es infinita
como infinito es el mar.
Soy al fin un liberado
que goza su libertad.
Soy un ave cuyas alas
ya nadie puede cortar.
Yo vi una barca alejarse
y no sabía qué pensar.
Consuelo Ojeda