Nunca pregunté tu origen,
Peregrino.
Lo que de ti me interesa
es que vas por el camino
hacia adelante
con un corazón amante
que suena un alto destino.
La pobreza de tu traje,
tu vida simple y frugal,
tu carencia de equipaje,
y tu idea fija, muy fija,
en tu ideal.
Nada te turba ni inquieta,
nada tienes que perder,
caminar hacia la meta
es tu quehacer.
Caminar...
No es que me asombre
no saber
ni tu historia ni tu nombre.
Me asombra que seas constante
en tu anhelo divino.
Siempre, siempre hacia adelante,
caminante,
PEREGRINO