La denominación de tercera edad en las distintas culturas comprende un arco de tiempo diferente, no es sencillo definir esta edad, tanto por la amplitud como por los diversos modos en que la viven las personas.
A través de la comunidad, la formación en esta etapa de la vida debe ofrecer ayudas para el conocimiento y la comprensión de sí mismas y de las posibilidades que todavía encierra cada una dentro de sí, apoyar humana y espiritualmente a las hermanas, buscando las orientaciones médicas y psicológicas necesarias para que se sientan acogidas y queridas, teniendo con ellas las mismas actitudes de misericordia, compasión y ternura del Corazón de Cristo.