
Página web del colegio: www.sagradocorazonlinares.com
El actual edificio está ubicado en la parte más antigua de Linares donde existía un castillo delimitado por las calles “del Castillo", “Miguel Cobo”, “Federico Ramírez”, “Alonso Poves” y “Pilar”. Parte de los terrenos del castillo compró Doña Isabel Zambrana. Un descendiente de los Zambrana casó con “La Carmela”, primera Condesa de Santa Engracia. La casa quedó libre por muerte de sus dueños sin sucesión y reunía excelentes condiciones para los objetivos de colegio que se proponían las Esclavas.
Las Esclavas recibieron la donación de una propiedad adyacente por parte de Doña Concepción Bernabé y una parte de los terrenos cedidos correspondía al patio del "torreón”, por conservarse en ella una de las famosas torres del antiguo castillo. Durante la guerra civil quedó todo en ruinas, especialmente la iglesia que pudo ser restaurada en 1947 como iglesia de “Ntra. Sra. del Pilar”. En 1964 se levantó un pabellón para “Colegio Menor” donde cursaron el bachillerato muchas alumnas de pueblos cercanos a Linares y que tenía su entrada por la calle del Castillo. En 1977 hubo que demoler la antigua iglesia para realizar las obras de ampliación del actual colegio.
En la actualidad es un Centro Concertado que dispone de tres unidades desde Educación Infantil (3 años) hasta 4º de ESO, y dos unidades en los dos cursos de Bachillerato con un total de 730 alumnos.
Nuestro Colegio quiere ser una comunidad educativa al servicio de la sociedad de Linares como respuesta al deseo de educación cristiana que manifiestan muchas familias. Se preocupa porque la educación que se imparte sea integral, al servicio de la persona, de calidad, tratando de desarrollar con la colaboración activa de los alumnos, todas sus capacidades, físicas, intelectuales, afectivas, religiosas.
Nuestro Centro opta por un modelo educativo abierto a la trascendencia, cree en el valor transformador y personalizador de la fe y en la fuerza educativa del Evangelio de Jesucristo. Promueve la educación en valores en orden a la realización de cada alumno como persona y como miembro de una comunidad.
Esta educación implica una metodología abierta y flexible que sea capaz de atender a cada alumno e integrar los avances pedagógicos de hoy. Una pedagogía que trata de ser personalizada y activa, que promueve el aprendizaje basado en el interés y la motivación, que potencia destrezas y hábitos, que desarrolla el espíritu crítico al mismo tiempo que intenta hacer al alumnado consciente y responsable de sus propias ideas; que fomenta el aprendizaje de técnicas de estudio y el crecimiento de aquellas competencias que preparan a los alumnos para el acceso al saber a lo largo de toda su vida.