Es la última etapa de la formación inicial y la más larga. Abarca desde la primera profesión hasta la profesión perpetua y comprende: el Juniorado propiamente dicho, que dura los tres primeros años de votos temporales y el Postjuniorado, etapa que llega hasta la profesión perpetua.
Durante esta etapa la profesa de votos temporales continúa su formación para vivir plenamente la vida y la misión de la Congregación y prepararse para la Profesión Perpetua. En cada Provincia/Delegación se planificará el proceso formativo previendo cómo armonizar en cada formanda experiencia apostólica, estudios teológicos, obtención de títulos académicos necesarios para el desempeño de nuestra misión, vida comunitaria y de oración.
Vivirá en Casa Juniorado o no (según convenga), antes de la profesión perpetua es conveniente que haya pasado por más de una comunidad a fin de tener mayor conocimiento de la realidad congregacional y poder asumirla afectiva y efectivamente.
Hasta los votos perpetuos, la Esclava renovará anualmente sus votos. A partir de los cinco años de su primera profesión puede solicitar la profesión perpetua.