Tú vendrás a mí, pese a mí misma,
te abrirás paso en mi corazón
y en mi cabeza, pese a mí misma,
amarás mi dolor y mi herida
atravesando mi repugnancia y mi temblor,
así tu amor y tu ternura, pese a mí misma.
Despertarás los sueños,
sacudirás el corazón, habitarás día a día mi pecho,
pese a mí misma y a mis desconciertos.
Vendrás como el Señor de la vida,
el humilde compañero,
el caminante de paz,
el visitante sincero
y te quedarás,
te asentarás,
harás la cama,
pondrás la mesa,
y con un traje de fiesta
llenarás de luz y de música
mi casa
calmando de Ti todo ella.
Y yo viviré de Ti,
como ha pasado siempre,
pese a mí misma, también como de costumbre,
conmigo misma.
25.08.08
Tweet |