Las cosas no son lo que parecen, y quién mejor que Mandela para mostrarlo. ¿Cómo es tu mirada?
Y a ti, ¿qué te sugiere? Si ese poster fuera una persona sin hogar....¿mirarías?
No le puedes poner límites a lnada, cuanto más sueñas, más lejos llegas. Michael Phelps (Campeón de 22 medallas olímpicas)
No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados.
Lucas 6,37
Esta foto fue tomada hace unos meses durante las protestas en el Cairo. En ella se contempla cómo un grupo de cristianos acordonaron la zona protegiendo a otros fieles musulmanes mientas la hora de la oración.
“He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.» Jn 6
- ¿Busco amasar el pan que me da vida?
- ¿Quién me da vida?
- Y yo, ¿soy pan para otros?
¿Dejas que te ilumine la luz del Resucitado?
¿Dónde buscas el calor?
La resurrección nos invita a vivir en la luz.
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto."
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
"Se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde». Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo». Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza». Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio."
En la barriada más profunda de Brasil la belleza está presente, sólo depende de nuestra mirada.
¿Qué cosas son bellas a mis ojos?