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Domingo 29 del tiempo ordinario, Ciclo A‏

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Last updated: Mar 30 Octubre 2012 22:43
Created: Mar 11 Octubre 2011 09:59
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Esperanza (Sieger Köder)

Gravatar Written by Orar con Imágenes


"Espera alma mía en el Señor, no olvides todos sus beneficios"

Observa el cuadro

Un lugar inhóspito, una cueva rocosa con salientes puntiagudos. Una tormenta se cierne en el horizonte y un fuego está consumiendo un bosque. Una figura humana sentada y encogida, cubierta por un manto rojo, con la cara tapada y la mano en los ojos como asegurándose de que no ve nada.

Y sin embargo, toda la fuerza de los elementos, la violencia de los colores, no son capaces de acallar el estrépito visual que ejerce la hoja verde sobre la mano abierta del personaje.

Lo inesperado

¿Cuántas veces has sentido que se hundía el mundo bajo tus pies y, sin embargo, de una manera misteriosa se fue arreglando todo? Casi nunca se cumplen nuestros peores pronósticos.
A veces nos sentimos acuciados por nuestros temores y nos angustia no obtener una respuesta inmediata de parte de Dios. Y es que Dios no es como el servicio técnico que te atiende cuando algo no funciona.
A Dios le gusta actuar de forma misteriosa a través de lo inesperado, de lo sorprendente, justo cuando uno está a punto de abandonar. Y es justo que lo haga así, para que nosotros agotemos todas las posibles soluciones que están en nuestra mano. Pero, sobre todo, lo hace así para que aprendamos a esperar.

El personaje del cuadro siente la soledad, la dureza de la roca, la presencia intimidante del fuego y la tormenta. Se cubre el rostro porque no ve salida y aún así..., deja abierta su mano izquierda esperando lo inesperado: en medio de la desolación y la muerte, una ráfaga de viento hace posarse una hoja verde en su mano.

La esperanza es la virtud inquebrantable de aquel que sabe por experiencia que Dios no falla nunca, que siempre nos guarda sorpresas incluso cuando lo más racional sea tirar la toalla.

Lo define muy bien S. Pablo:

"Estimo, en efecto, que los padecimientos del tiempo presente no se pueden comparar con la gloria que ha de manifestarse en nosotros. Porque la creación está aguardando en anhelante espera la manifestación de los hijos de Dios, ya que la creación fue sometida al fracaso, no por su propia voluntad, sino por el que la sometió, con la esperanza de que la creación será librada de la esclavitud de la destrucción para ser admitida a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación gime y está en dolores de parto hasta el momento presente. No sólo ella, sino también nosotros, que tenemos noticias del Espíritu, gemimos dentro de nosotros mismos, esperando que Dios nos adopte como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque en la esperanza fuimos salvados; pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque lo que uno ve, ¿cómo puede esperarlo? Si esperamos lo que no vemos, debemos esperarlo con paciencia.

¿Qué más podremos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?¿ Quién podrá separarnos del amor de Cristo?¿Las dificultades, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni el poder, ni la amenaza, ni la altura, ni la profundidad, podrán separarnos del amor de Aquel que ha dado la vida por nosotros." (Rom 8, 18-31)
Dios de las sorpresas.
Dios de lo inesperado,
tú te acercas a nosotros
delicadamente
suspirándonos al oído
tu presencia en medio
de los ruidos de nuestro mundo.

Haznos más sensibles
al sonido de tu nombre,
para que sepamos descubrirte
en medio de nuestra vida
y buscarte allí
en aquellos extraños sitios donde tú,
pacientemente, nos esperas.
 
 
Textos bíblicos de apoyo

El Dios de las sorpresas

1 Re 19,1-13; 1 Sam 16, 1-13; Juec 6, 11-24; Lc 1, 26-38; Is 55,8; Mt 16, 22-23

La tranquilidad de Dios

Zac 4, 6; Sal 23,2; Sal 46, 10; Sab 18, 14-15; Is 30,15; Sal 131; Is 42,1-4.

Elección

Dt 30,15-20; Lc 10,42; J n 15,16; 1 Cor 1,18-31; Ef 1, 3-14.
 
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Created: Mar 11 Octubre 2011 09:32
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¿Quiénes son los que están llamados a tomar parte de este festín?

Gravatar Written by Marcelo dixit

Jesús siguió poniéndoles ejemplos: ‘En el Reino de los cielos pasa lo mismo que con un rey que celebró las bodas de su hijo. Mandó a sus servidores a llamar a los invitados a las bodas, pero estos no quisieron venir. Por segunda vez despachó a otros criados, con orden de decir a los invitados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y otros animales cebados y todo está a punto; id, pues, a las bodas”. Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron unos a sus campos y otros a su negocio. Los demás agarraron a los criados y, después de maltratarlos, los mataron. El rey se encolerizó y, enviando a sus tropas, acabó con aquellos asesinos e incendió su ciudad. Después dijo a sus servidores: “El banquete de bodas está preparado, pero los que habían sido invitados no eran dignos de él. Id, pues, a las encrucijadas de los caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda”. Los criados salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que hallaron, malos y buenos, de modo que la sala quedó llena de invitados. Entrando el rey a ver a los que estaban sentados a la mesa, se fijó en un hombre que no estaba vestido con traje de fiesta. Y le dijo: “amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?” Pero él enmudeció. Entonces el rey dijo a sus servidores: “Atadlo de pies y manos y echadlo fuera, a las tinieblas, donde sólo hay llanto y desesperación.” Porque habéis de saber que muchos son los llamados y pocos los escogidos’. (Mt. 22, 1-14)

Estas bodas celebradas por el padre de familias, significa el desposorio de Cristo con las almas, uniéndose a ellas por la gracia.

La gracia existe, la gracia es algo, y basta para convenceros fijar la mirada sobre el justo y sobre el pecador, sobre aquel que posee la gracia, y aquel que está desposeído de ella. Pero ¿qué hace la gracia en nosotros?¿cómo celebra Cristo desposorios con nuestra alma, por medio de su gracia? Jesucristo baja a nuestro corazón, hace de él su morada, le enciende, le ilumina y le inflama, porque la gracia es luz, la luz de la verdad, que es la que ilumina la inteligencia; la gracia es para nuestro corazón, el alimento del amor. El que posee la gracia, lo posee todo, no apetece nada, es feliz, porque teniendo a Dios nada le falta. ¿Qué le importan las riquezas al alma que está desposada con Cristo, por medio de la gracia?¿Qué le importan los honores? Nada.

No; el alma que está desposada con Cristo por la gracia, nada de la tierra apetece, porque sabe que todo lo de la tierra es perecedero y caduco; Dios la posee, ella posee a Dios, y esto le basta.

Pero ¿y quiénes son los que están llamados a tomar parte de este festín, a estos desposorios de Cristo con el alma, por medio de la gracia?¿Acaso los grandes, o los sabios, o los que poseen nobles prendas de corazón? No; Jesucristo no sólo llama a los grandes, a los sabios, y a los que poseen nobles prendas de corazón, sino que los llama a todos, al rico y al pobre; al gigante y al pigmeo; al sabio y al sencillo e ignorante; al que posee prendas de corazón, y al que no las posee; a todos llama Cristo, todos son invitados a sus bodas, con todas las almas quiere Cristo desposarse.

Pues vengamos a Cristo, no nos pide más que docilidad y rendimiento, buena voluntad, y esto basta. Acerquémonos a Cristo, no temamos nada, reconciliémonos con Él, que dispuesto está a comunicarnos su gracia, a desposarse con nuestra alma, uniéndose a ella, y purificándola de toda mancha.
(Pláticas III, pág. 133)
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Created: Sáb 08 Octubre 2011 23:53
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Todo me lo das gratis

Gravatar Written by Reza con Poemas

Todo me lo das gratis
porque has querido.
Yo quiero darte gratis
cuanto te doy.
Quiero ir a tu encuentro,
me lo has pedido, tal como he sido,
tal como soy.

Sé que de ti me llega
cuanto hay de bueno,
y que vienes conmigo
por el camino.
Dame un corazón grande
como el divino
corazón que tú tienes
de amores lleno.

Un encuentro contigo
quiero en el hoy
de mi vida que vuela
a su destino;
un encuentro en la tarde
tal como soy;
un encuentro contigo
por el camino,
que señalaste un día,
por donde voy.
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Created: Jue 06 Octubre 2011 20:08
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Levántate

Gravatar Written by Marcelo dixit

Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.
(Lc. 7, 11-17)

¡Cuántas y cuántas cosas pudiéramos nosotros estudiar en el Evangelio de hoy! Fijaremos, sin embargo, nuestra atención, en un solo punto, recordando aquellas palabras de Cristo, al joven que muerto se hallaba: “¡Joven, levántate!”

Hay en nuestro corazón muchos afectos; afectos de amor y afectos de odio; afectos de temor y afectos de esperanza; afectos de alegría y afectos de tristeza. Y ¿a quién se dirigen nuestros afectos? A la tierra, y nada más que a la tierra. ¿Qué es lo que nos alegra?¿acaso las cosas del cielo? No, hermanos míos, nos alegra el placer; nos alegra la prosperidad; nos alegra el oro; nos alegran las distinciones. Y ¿qué es lo que nos entristece? ¿es por ventura ver a Dios ofendido, ver a la Iglesia perseguida? No, nada de esto nos entristece; lo que nos entristece, son las pérdidas de nuestros intereses, la pérdida de la honra, la pérdida de los bienes temporales. Y ¿qué es lo que amamos, y qué es lo que aborrecemos? Amamos el bienestar; amamos la salud; amamos a las criaturas; y aborrecemos todo aquello que pueda hacernos sufrir. Pues, ahora bien, Jesucristo dice a nuestros afectos, Jesucristo dice a nuestro corazón: “¡Surge! ¡Sursum corda! Levántate, no se apegue ese corazón a lo terreno”.

Pero hermanos míos, notad bien lo que nos dice el Evangelista San Lucas: Y Jesucristo acercándose al féretro dijo: “Levántate porque yo te lo mando”. Jesucristo manda con autoridad soberana; Jesucristo manda también con la autoridad que le da el amor, y el amor llevado al sacrificio.

Pues ese Jesucristo, nuestro Salvador, nuestro Bienhechor, nuestro Redentor, es el que nos dice: “Levántate; yo te lo mando: levántate”. ¡Ay! Quizá nosotros, oprimidos bajo el peso de nuestras miserias, hemos contestado, y contestamos a esta voz de Cristo: “No puedo... quiero levantarme, quiero levantar mi pensamiento a las alturas, y mi cabeza se inclina a la tierra; quiero levantar mis afectos y mis deseos, y mis afectos y mis deseos se inclinan a las criaturas... Imposible, no puedo levantarme”. Esto respondemos, cuando Cristo nos habla, cuando acercándose a nosotros nos dice: “¡Levántate!”.

Pero ¡ay! Si Jesucristo nos manda que nos levantemos, es porque Él mismo nos sostiene: “Levántate, nos dice, porque yo estoy aquí, y si tú eres débil, yo soy fuerte; y si tú eres miserable y ruin, yo soy el Dios de la eternidad; levántate, porque yo te lo mando y te ayudo a levantar”.
(Pláticas II, pág.762)
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Created: Vie 30 Septiembre 2011 23:02
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En este día

Gravatar Written by Reza con Poemas

Llegando a los 125...
experiencia de mis días,
y a la luz de Dios pensando
a cada uno diría:

Que no se te escape el tiempo
conviértelo en caridad.
Amor a Cristo, y en El
a todos también amar.

Caridad que es sonreír
comprender y levantar,
sacrificarse y servir,
olvidarse y olvidar.

Haz del momento presente
tu tesoro, tu caudal,
para que pongas en él
cuanto puedas de bondad,
de pureza de intención
de negación y humildad,
de energía, de entusiasmo,
de dulzura y suavidad.

Esperar por el futuro
y volver la cara atrás
no adelanta, lo que vale
es el momento actual.
Conviértelo en oro puro,
transfórmalo en caridad.

Bodas de Plata, 25-10-1965.
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Created: Mié 28 Septiembre 2011 19:48
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Domingo 27 del tiempo ordinario, ciclo A

Gravatar Written by Mi Palabra

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Created: Mar 27 Septiembre 2011 22:33
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Jesucristo, el Salvador

Gravatar Written by Orar con Imágenes

* Busca un momento en tu jornada para orar.
* Haz despacio la señal de la presencia, mientras dices con calma: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
* Coloca ante ti este icono.
* Abre la Palabra y lee estos dos textos: Jn 14,1-10; Col 1,15; Rm 8,29
* Deja, si puedes, tus preocupaciones. Serénate y prepara tu corazón para la sorpresa.
* Pero ven con tus hermanos y hermanas, ven con su dolor y su gozo. Ten presente las situaciones de muerte que te llegan cada día del mundo. Acércate desde ahí al Señor.
 
Mira el icono y deja que te hable
 
* La imagen de Cristo, el Salvador, tiene la majestad del Pantocrátor y la belleza y bondad de Cristo Maestro
* Está inscrita en un intenso fondo dorado para indicar el misterio de la divinidad y su procedencia del Padre (cf. Heb 1,3). * Una aureola en suave tono rojo encuadra su rostro, centro del icono
* Dentro de la aureola, casi imperceptibles, los rasgos de la cruz y las tres letras que indican su título mesiánico y divino “Yo soy” (Ex 3,14).
* Su rostro es bello y armónico destacan los ojos luminosos de mirada fija, penetrante y bondadosa; la boca, pequeña y cerrada, como en el instante de proferir una palabra de revelación o de silencio que revela que él, todo él, es la Palabra hecha carne; los oídos abiertos y atentos para escuchar nuestra oración y nuestras súplicas.
* Su semblante luminoso refleja la luz dorada del fondo del icono y es una fuente de luz para quien lo contempla.
* Cristo está revestido de la túnica roja y del manto verde oscuro en juego simbólico de la doble naturaleza divina y humana, y en la unidad de la persona divida.
* La mano derecha expresa el gesto de bendición, manifiesta la benevolencia del Padre hacia nosotros.
* La posición de los dedos: el pulgar, el meñique y el anular indican la divinidad de las tres personas de la Trinidad; el índice y corazón, entrecruzados, sugieren el misterio de las dos naturalezas de Cristo.
* Con su mano izquierda tiene a la altura del pecho el libro de los siete sellos que sólo él puede abrir (cf. Ap 5-6); es el tabernáculo de la Palabra que contiene sus enseñanzas y misterios, la revelación del Padre que él ha venido a traernos, el plan divino de la salvación del mundo por él realizada y de la que sólo él conoce los secretos.

Deja que el icono habite tu vida y la vida del mundo

 
Jesús es la imagen del Padre, Dios de Dios y luz de luz Contempla en silencio su rostro y déjate mirar por él.
Jesús es el Salvador, la Palabra hecha carne, que habita la historia de la humanidad. Acoge en tu corazón esta Palabra de vida.
Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida Síguele con alegría.
Jesús nos revela el amor de la Trinidad que viene a nosotros Dile que le amas, que quieres hacer su voluntad.
Jesús es nuestra Paz, trae la paz. “No se turbe vuestro corazón ni tengáis temor” Pon tus ojos en él y deja que su mirada de amor apague tus rencores, disipe tus temores y quite tus miedos.
Jesús vive en la Iglesia y nos regala el Espíritu Santo Déjate conducir por él, que despierte tu creatividad para abrir caminos nuevos de comunión y solidaridad.
El Rostro de Jesús nos habla de la dignidad de toda persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, y por la que él ha entregado la vida. Acércate a los marginados, respeta a los que tienen culturas y religión diferente.

Canta un Himno a Cristo

El icono nos invita a mirarle y dejarnos mirar. Mira que te mira. A permanecer silenciosos ante él y que el Espíritu Santo ore en nuestro interior. Podemos decirle estas plegarias de adoración y súplica.

“Oh Cristo, tu eres el Reino de los cielos, la tierra prometida a los humildes. Tu eres el alimento del paraíso y el cenáculo del banquete divino. Tú eres la sala de las bodas inefables, la mesa preparada para todos. Tú eres el pan de la vida y la única bebida, fuente del agua y agua de la vida. Tú eres la lámpara que no se apaga, don para todos tus fieles. Eres el vestido de bodas y la corona regia. Eres tú el descanso, el gozo, la delicia, la gloria, la alegría y la felicidad” (San Simeón el Nuevo Teólogo)

“Debo predicar su nombre: Jesucristo es el Mesías, el Hijo de Dios vivo; él es el que nos ha revelado al Dios invisible, él es el primogénito de toda criatura y todo se mantiene en él. El es también el maestro y el redentor de los hombres; él nació, murió, resucitó por nosotros. El es el centro de la historia y del universo; él nos conoce y nos ama, compañero y amigo de nuestra vida, hombre de dolor y de esperanza; él ciertamente vendrá de nuevo y será finalmente nuestro juez, y también, como esperamos, nuestra plenitud de vida y de felicidad. Yo nunca me cansaría de hablar de él; él es la luz, la verdad, más aún el camino, la verdad y la vida; él es el pan y la fuente de agua viva, que satisface nuestra hambre y nuestra sed; él es nuestro pastor, nuestro guía, nuestro ejemplo, nuestro consuelo, nuestro hermano. El, como nosotros, y más que nosotros, fue pequeño, pobre, humillado, sujeto al trabajo, oprimido, paciente. Por nosotros habló, obró milagros, instituyó el nuevo reino en el que los pobres son bienaventurados, en el que la paz es el principio de la convivencia, en el que los limpios de corazón y los que lloran son ensalzados y consolados, en el que los que tienen hambre de justicia son saciados, en el que los pecadores pueden alcanzar el perdón, en el que todos son hermanos... Cristo Jesús es el principio y el fin, el alfa y la omega, el rey del nuevo mundo, la arcana y suprema razón de la historia humana y de nuestro destino. El es nuestro mediador, a manera de puente entre la tierra y el cielo; él es el hijo del hombre por antonomasia porque es el Hijo de Dios, eterno, infinito, y el Hijo de María, bendita entre todas las mujeres” (Pablo VI).

www.cipecar.org
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Created: Lun 26 Septiembre 2011 22:35
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Yo ya vengo de vuelta

Gravatar Written by Reza con Poemas

Yo ya vengo de vuelta
y las palabras me parecen vacías.
No quieres te repita mis proyectos,
aunque no los olvidas.
Vas pidiendo las obras
que soñé tantos días.

Nunca sabré vivir de los recuerdos,
miraré hacia adelante mientras viva.
Un aliento de vida que me quede,
es aliento de vida.
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Created: Jue 22 Septiembre 2011 14:27
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La dormición de la madre de Dios

Gravatar Written by Orar con Imágenes

LA ASUNCIÓN DE MARÍA ES UNA FIESTA MARIANA muy querida por todos los cristianos de Oriente, y precisamente para subrayar que también los etíopes -además de los bizantinos, sirios, armenios y caldeos- honran a la madre de Dios que terminó de modo extraordinario su peregrinación terrena, ha sido elegido un icono suyo (Pertenece al Colegio etíope existente en la Ciudad del Vaticano).

Mira el icono y deja que te hable  

Pintado sobre material y con medios pobres, al estilo etíope

- rico en colores y contrastes,
- lleno de ingenuidad y poesía,
- con un relieve particular conferido en las figuras a los rostros,
- y en ellos a los ojos, que son expresión privilegiada de las almas
- Reproduce el esquema clásico de las antiguas Dormiciones de la Virgen (el término asunción es más tardío y sólo prevaleció en Occidente). También en las más antiguas iglesias romanas dedicadas a la madre de Dios, que se han conservado hasta nuestros días, tanto en Santa María la Mayor como en Santa María en
 
Trastevere, podemos admirar mosaicos similares:

- La Virgen está echada en una yacija para su último sueño.
- Detrás de ella, Cristo, venido de los cielos, toma en sus brazos el alma de su amada Madre, alma que siempre es representada como una niña pequeña.
- La tradición hace que también los apóstoles hayan acudido milagrosamente al lado de María santísima desde los lugares en que estaban predicando.
- Distribuidos en grupos de cinco a derecha e izquierda de la Virgen acostada, más otros dos situados en el centro, delante (quizá para ocupar mejor la superficie de la imagen), forman el tradicional grupo de los doce.
- Cuatro ángeles, de los cuales los que están en primer plano sostienen cruces e incensarios, mientras que los del fondo llevan espadas y palmas, símbolos tradicionales, para indicar la participación de los ejércitos celestiales en el evento del fin terreno de la madre de Dios, que sigue intercediendo, en el cielo, ante su divino Hijo por nosotros.
- Las leyendas en rojo y negro, en lengua aramea y geez (la lengua litúrgica). En rojo, signo de respeto, se escribe el nombre de la fiesta, y alguna expresión tomada de la liturgia ("Como lloraron los apóstoles..."), escrita junto a ellos; en negro la fecha, que aquí es 21 Tér, correspondiente al 16 de enero juliano, nuestro 29 de enero. Pero la dormición de la santísima virgen María es festejada por la Iglesia también en agosto.
 
Deja que el icono habite tu vida y la vida del mundo
•  María ha sido llevada a la casa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
•  Con María, llegó al Hogar de la Trinidad nuestra humanidad, nuestro mundo.
•  La Asunción de María es el grito esperanzado de todos los creyentes.
•  Con María apoyamos nuestra confianza en JESUS, vencedor de la muerte.
•  Con María abrimos nuestro corazón al Padre, dador de la Vida.
•  Con María alabamos al Espíritu, vivificador de nuestros cuerpos mortales.
•  Deja que tu corazón se inunde de gozo y de esperanza al contemplar, en María, el futuro glorioso de toda la humanidad.
 
Canta un himno a Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque hoy ha sido llevada al cielo la Virgen, Madre de Dios; ella es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada; ella es consuelo y esperanza de tu pueblo, todavía peregrino en la tierra. Con razón no quisiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Por eso, te aclamamos y damos gracias, llenos de alegría.

Voces del primero y segundo milenios San Germán, obispo de Constantinopla nos dejó un precioso texto dedicado a la dormición de María, en una de sus Homilías:

"Lo repetiré una primera, una segunda y una tercera vez con toda la exultación de mi alma agradecida: verdaderamente, oh María, aunque hayas emigrado de esta tierra, no te has alejado, sin embargo, del pueblo cristiano. No te has alejado de este mundo que está envejeciendo, tú que eres, al igual que Cristo, vida incorrupta; incluso a aquellos que te invocan te acercas más aún y te haces encontrar por aquellos que te buscan con fe. Estas cosas demuestran claramente que el espíritu de vida sigue espirando, y que tu cuerpo está libre de la caducidad y de la corrupción. No podía suceder que tú, vaso sagrado capaz de contener a Dios, te disolvieras en el polvo de la muerte que corrompe. El que se había anonadado en ti era Dios desde el principio: ‘Él estaba en el principio con Dios y era la vida' (Jn 1,2.4); era, pues, conveniente que la madre de la Vida fuera asimismo compañera de la Vida y, recibida la muerte como un sueño, como madre de la Vida, su salida de esta tierra fuera parecida a un despertar".

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Created: Mar 20 Septiembre 2011 22:08
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Tiempo de la Iglesia 8

Gravatar Written by Taizé

 

 

 

Salmo

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas,
y cura todas tus enfermedades ;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura,
que sacia de bienes tus años,
y de rejuveneces como un águila.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos.
Él revelo sus planes a Moisés,
sus hazañas a los hijos de su pueblo.

El Señor es compasivo y misericordioso,
rico en clemencia y lleno de amor.
No nos trata como merecen nuestros pecados,
ni nos paga según nuestras culpas.

Como la altura del cielo sobre la tierra,
así es su amor con los que le honran ;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.


del salmo 102


Lectura

¿Por qué dices, pueblo mío: «Oculto está mi camino para el Señor, y a Dios se le pasa mi derecho?» ¿Es que no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? Que Dios desde siempre es el Señor, creador de los confines de la tierra, que no se cansa ni se fatiga, y cuya inteligencia es inescrutable. Que al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas la energía le acrecienta. Los jóvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan, mientras que a los que esperan en el Señor él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.
Isaías 40,27-31

o

Jesús dice: «Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. (...) Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos.
Lucas 6,27-32.35

Canto

 

 

Silencio

Oración de alabanza

Señor Dios, tú no miras a las apariencias sino a nuestro corazón, tú eres perdón.

Señor Dios, tú renuevas en nosotros la paz del corazón y una alegría serena.

Cristo resucitado, tú estás con todos, incluso con los que no tienen conciencia de tu presencia.

Cristo resucitado, tu pones en nuestros corazones el deseo de tu Reino.

Cristo resucitado, tú nos llamas a compartir los frutos de la tierra y del trabajo.

Señor Dios, por medio de Cristo, nos ofreces la plenitud de tu vida.

Señor Dios, en tus manos ponemos toda nuestra vida.


Padrenuestro

Oración

Jesús, nuestra paz, por medio del Espíritu Santo tú vienes siempre junto a nosotros. En lo profundo de nuestra alma tu presencia nos asombra. Nuestra oración puede que sea muy pobre, pero tú rezas dentro de nosotros.

Cantos

 

 

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Los últimos serán los primeros

Gravatar Written by Marcelo dixit

En aquel tiempo, Jesús dijo: “El reino de los cielos se puede comparar al dueño de una finca que salió a contratar trabajadores para su viña. Acordó con ellos pagarles el salario de día. Volvió a salir sobre las nueve de la mañana y vio a otros que estaban en la plaza, desocupados. Les dijo: ‘Id también vosotros a trabajar a mi viña. Os daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo hacia el mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco volvió a la plaza y lo mismo. Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: ‘Llama a los trabajadores, y págales empezando por los últimos y terminando por los primeros’. Vinieron los de las cinco de la tarde y recibieron el salario de un día. Al llegar a los primeros, pensaron que cobrarían más, pero también ellos recibieron el salario de un día cada uno. Y al tomarlo, murmuraban contra el amo y decían: ‘A estos, que llegaron al final y trabajaron solamente una hora, les has pagado igual que a nosotros, que hemos soportado el trabajo y el calor de todo el día’. Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy tratando injustamente. ¿Acaso no acordaste conmigo recibir el salario de un día? ¿O quizá te da envidia el que yo sea bondadoso?’ De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.  (Mt. 20,1-16)

    Lo primero que hallamos en el Evangelio, es un retrato; Jesucristo, dueño de la heredad de nuestra alma, que solícito le envía a todas horas operarios; y estos operarios son, las gracias de Dios, que continuamente caen sobre nuestro corazón, a fin de que trabajemos y hagamos producir frutos de santificación.

    Pero decía yo, que en el Evangelio hallábamos también un gran consuelo para nosotros. Y en efecto, vemos cómo nuestro Padre Celestial a todas horas, en todo momento, envía operarios a la viña de nuestra alma; es decir, que en toda edad nos da su gracia para santificarnos. Aun cuando hayamos vivido siempre en el pecado, aun cuando hayamos ofendido mucho a Dios, nuestro Padre Celestial a todas horas envía operarios a su viña, a fin de que no se pierda y produzca, trabajada la tierra por los operarios, frutos de santificación.

    Pero además del retrato que hemos encontrado en el Evangelio, y además de la consoladora esperanza que tenemos, a causa del amor y solicitud que Dios tiene sobre la viña de nuestra alma, encontramos también una lección. Jesucristo termina diciendo: “Así sucederá en el reino de los cielos, lo que a los operarios de la viña; los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos”. Y de esto tenemos ejemplos en la historia. Recordad al ladrón, que el Viernes de la Cruz se hallaba junto a Cristo, crucificado también. La vida de aquel hombre fue una larga cadena de crímenes; quizá allí mismo en el Gólgota, blasfemaba con su compañero, de la persona de Cristo; pero de repente se siente movido de la gracia, y volviéndose a Cristo, exclama arrepentido: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. Y Cristo desde su Cruz y próximo a dar el último suspiro, se volvió a él: “Hoy, le dijo, estarás conmigo en el paraíso”. Y Dimas en sus últimos momentos se santificó.

    Es que la santidad no consiste en haber vivido largos años, y haber vivido bien, sino que mide por la grandeza del sacrificio que se hace; por eso muchos que fueron malos toda su vida, y se convirtieron allá en los últimos instantes, estarán más elevados en el cielo que otros, que tal vez, no ofendieron a Dios, pero no practicaron tampoco grandes cosas, en lugar que aquellos, cuando sintieron la gracia de Dios, se rindieron y entregaron sin reservarse nada para sí.

    Pues, aprovechemos la lección del Evangelio, entreguémonos a Dios sin reserva; y si vivimos poco, procuremos en poco tiempo santificarnos, porque ya hemos visto que la santidad no depende de la larga vida, sino del heroísmo de nuestras acciones; y si vivimos mucho, procuremos que todos nuestros días sean llenos.

(Pláticas III, pág. 208)
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BONDAD DE DIOS

Gravatar Written by Reza con Poemas

Señor, infunde por dentro
ese don de tu bondad;
es con él, cuando al mirar
todo lo tornamos bueno.
Se comprenden lo errores;
es más fácil el perdón
y en nuestra diaria acción,
de tu ternura es reflejo.
¡Infunde, Señor, por dentro
ese don de tu bondad!.           

Eloísa Planas 1999

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El Misterio de Pentecostés

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Ascensión y Pentecostés (Capilla "Redemtoris Mater")
 
Haz despacio la señal de la presencia, mientras dices con calma: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 
Coloca ante ti este icono. Deja, si puedes, tus preocupaciones. Serénate y prepara tu corazón para la sorpresa. Pero ven con tus hermanos y hermanas, ven con su dolor y su gozo. Ten presente las situaciones de muerte que te llegan cada día del mundo. Acércate desde ahí al Señor. Abre la Palabra y lee estos dos textos: Hechos de los Apóstoles 1, 12-14; 2, 1-11

Mira el icono y deja que te hable

 * Jesús, sentado, subido en alto y en el centro, se manifiesta Rey del Cosmos. El Resucitado ha sido glorificado, así lo indican sus vestiduras doradas y el lugar céntrico que ocupa. En una mano tiene el rollo donde están escritos nuestros nombres; con la otra, levantada, apunta al Padre, que a su vez, también lo señala como al Hijo Amado, al que ha glorificado y al que hay que escuchar.
 * María está presente en medio de los discípulos, como Madre de todos, eje misterioso y escondido de la Iglesia. También sobre ella desciende una llama de fuego.  En su humilde y discreta igualdad, María es discípula con los discípulos. Ella ha seguido al Maestro y será en medio de ellos como un cofre que encierra los recuerdos más íntimos de las palabras y los gestos de Jesús.
* Los Apóstoles están de pie, sobre cada uno de ellos se posa una llama de fuego. Sus rostros están llenos de luz y de paz. Los díscípulos están vueltos hacia ella para saber más acerca de su Hijo. Son la Iglesia visible y humana; son la continuidad de ese Cuerpo de Cristo que está en la gloria y que ahora recibe el Espíritu Santo.
* El Espíritu, como una fuerza que fluye de lo alto y desde la unidad se distribuye en lenguas de fuego que se posan sobre los Apóstoles y sobre María.
* El Fuego es signo del amor; fuego que Jesús ha querido traer a esta tierra, para purificar y para incendiar; fuego que es luz que ilumina el mundo entero y ahora se hace presente en su Iglesia.
* El Espíritu se hace presente en Pentecostés. Se ha cumplido la Promesa de Jesús, la promesa del bautismo de fuego, la promesa de la fuerza para ser testigos del Evangelio.

Deja que el icono habite tu vida y la vida del mundo

Toma conciencia de que en tu bautismo y en tu confirmación has sido habitado por el Espíritu, consagrado a Jesús, enviado a dar testimonio de su Evangelio en el mundo. Ábrete al Espíritu de Fuego para que queme tu egoísmo; ábrete al Espíritu de Vida para que te haga feliz; ábrete al Espíritu de Paz para que serene tu agitación; ábrete al Espíritu de Verdad para que te enseñe a conocer a Jesús y a amar a los hermanos. Acoge el Espíritu de Jesús, que lo llena todo, lo penetra todo, lo plenifica todo. Recibe a María, Rostro femenino de la Iglesia, y alaba, intercede, suplica junto a todos los hombres y mujeres, que todos reciban el Don que viene de lo alto, el Amor derramado en los corazones. Da gracias porque el Espíritu de
 
Amor nos hace hijos del mismo Padre y hermanos y hermanas de todos.

Canta un Himno a Cristo

Canta, con la Iglesia, el gozo de la presencia del Espíritu Santo Esta es la obra del Espíritu en la Iglesia. Esta es la acción misteriosa que todo renueva y embellece; esta es la atmósfera de la presencia de Cristo. Porque es el amor de los pastores, la fuerza de los mártires, la valentía de los apóstoles, la generosidad de los misioneros, la sabiduría de los teólogos, la creatividad de los santos, la fecundidad de las almas contemplativas, la fidelidad de los cristianos más sencillos, el impulso renovador de los jóvenes, la pacífica sabiduría de los ancianos, la caridad de los que se ocupan de los más pobres, el grito de libertad de los oprimidos y la fuerza liberadora de los marginados. El hace nuevas todas las cosas, une a todos en la comunión, restablece todo en el diálogo de la unidad, prepara la venida del Reino de Cristo. Y él está en la Iglesia, porque: "Donde está el Espíritu de Dios allí esta la Iglesia; y donde está la Iglesia allí está el Espíritu de Dios y toda gracia".

"Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra"

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¿Qué es la misericordia?

Gravatar Written by Marcelo dixit

En aquel tiempo Pedro fue y preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces he de perdonar?¿Hasta siete?”. Jesús le contestó: ‘No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los cielos es semejante a un rey que resolvió arreglar cuentas con sus empleados. Cuando estaba empezando a hacerlo, le trajeron a uno que debía diez millones de monedas de oro. Como el hombre no tenía con qué pagar, el rey dispuso que fuera vendido como esclavo, junto con su mujer y sus hijos y todas sus cosas para pagar la deuda. El empleado se arrojó a los pies del rey, suplicándole: “Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”. El rey se compadeció, y no sólo lo dejó libre, sino que además le perdonó la deuda. Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas; lo agarró del cuello y le gritaba apretándole: “Págame lo que me debes” El compañero se echó a sus pies y le rogaba: “Ten un poco de paciencia conmigo y te pagaré todo” Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda. Los compañeros, testigos de la escena, quedaron muy molestos y fueron a contarle todos a su señor. Entonces el señor hizo llamar a su empleado y le dijo: “Siervo malo, yo te perdoné todo lo que me debías en cuanto me o suplicaste. ¿No debías haberte compadecido de tu compañero como yo me compadecí de ti?” Y se enfureció tanto el señor, que lo entregó a la justicia hasta que pagara toda la deuda’.Y Jesús terminó con estas palabras: “Así hará mi Padre celestial con vosotros si no perdonáis de corazón a vuestros hermanos”.  (Mt. 18, 21-35)

El Evangelio de hoy nos da una lección importantísima: Que Dios usará con nosotros de misericordia, si nosotros la usamos con nuestros hermanos, o en otros términos; que con la medida con que midiéremos a nuestros prójimos, seremos medidos.

Una vez que los Apóstoles instaron a Cristo, para que les enseñase a orar, Cristo les enseñó a decir entre otras cosas: “Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Y en el célebre sermón llamado de la montaña, Jesucristo elevando la voz decía: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Es que Dios es justo, infinitamente justo, y da a cada cual su merecido, y pone como condición indispensable para dispensarnos su misericordia, el que nosotros de ella usemos con nuestro prójimo.

Y ¿qué es la misericordia? La misericordia es un sentimiento sobrenatural, es la compasión  que sentimos hacia la desgracia ajena, y llevados de un movimiento, de un empuje de la gracia, socorremos la necesidad de nuestro hermano. No es, pues, la gracia cosa natural, sino que es cosa sobrenatural.
Pedimos a Dios luz muchas veces que a oscuras nos hallamos, y Dios no nos da luz, porque nosotros no iluminamos a los que se hallan en tinieblas; queremos que Dios vista nuestra alma de virtudes, y nosotros no queremos vestir a los que se hallan desnudos; queremos, en una palabra, que Dios nos dé, y nosotros no queremos dar; nosotros no damos.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Seamos misericordiosos con nuestros hermanos; socorramos sus necesidades, y si no tenemos medios para dar el pan al menesteroso, démosle a lo menos, el pan de la inteligencia, el pan de la verdad, y veremos cómo de este modo, usando con el prójimo de misericordia, Dios la usará con nosotros, y nuestras peticiones serán oídas, y Dios nos dará luz.

(Pláticas III, pág. 137)
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Yo vi una barca

Gravatar Written by Reza con Poemas

Yo vi una barca alejarse
por la llanura del mar.
Era de noche y se iba
perdiendo en la oscuridad.
Pensé mientras se alejaba
los riesgos de navegar,
la locura de una vida
que se hunde en la soledad,

Cuando un cantar marinero
trajo la brisa del mar.

He roto ya las amarras
y bebo la inmensidad.
Ya mi vida es infinita
como infinito es el mar.
Soy al fin un liberado
que goza su libertad.
Soy un ave cuyas alas
ya nadie puede cortar.

Yo vi una barca alejarse
y no sabía qué pensar.

Consuelo Ojeda

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Icono de la Visitación

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Meditación de la imágen de LA VISITACIÓN

En un trasfondo de ocre dorado se abrazan María e Isabel. Los bordes inferiores del vestido tocan casi los laterales de la imagen, mientras las cabezas se estrechan una contra otra.

Isabel, de la tribu sacerdotal de Aarón, y casada con un sacerdote, merece por su procedencia y edad, veneración y respeto. El artista traduce esto en una gran figura envuelta en la roja mantilla de las casadas. La mantilla de María parece azul turquesa, los pliegues del vestido de María caen en rígidas líneas.

Isabel cierra sus brazos alrededor de la joven figura, los brazos de María rodean el cuello de Isabel y su rostro se aprieta contra sus mejillas. Ambos cuerpos, el de Isabel y el de María, son cuerpos bendecidos: una lleva al precursor (Juan Bautista), la otra al Salvador.

Pero no son los cuerpos los que se tocan en este encuentro, sino los ojos, los ojos que captan la luz, irradian la luz y se han fundido en un único ojo. Allí donde ambas mejillas se aprietan la una contra la otra, los ojos se zambullen unidos en el misterio divino. No miran los ojos de la una a los ojos de la otra, sino que ambos se encuentran en la luz divina.

Isabel tiene los ojos serios, admirados, contemplativos. María mira un poco como soñando, con unos ojos que parecen haber llegado al descanso en el abismo de un amor infinito.

ORACIÓN

María, enséñanos a abrirnos, de para en par, a la Vida. Pon nos en camino hacia la Vida en plenitud. Las manos siempre acogedoras, siempre abiertas. El alma, también abierta, acogedora. Con la vida, como un cántaro, en busca de la fuente. Con la Palabra, tocándonos por dentro el corazón. Sin miedo a la fecundidad, sin miedo al fruto. Rozando, en amoroso toque de ternura, al que es la Vida. Despierta en nosotros entrañas maternales hacia toda vida. Para dar, como Tú, la vida a manos llenas. Amén.

ww.cipecar.org

 

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Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos

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Dijo Jesús: Si tu hermano peca contra ti, vete a corregirlo, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.  Si no quiere escucharles, díselo a la Iglesia. Y si hasta a la Iglesia no quiere escuchar, sea para ti como el gentil y el publicano. En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra, quedará desatado en el cielo. También os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre, que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mt. 18, 15-20)


“Allí donde se congregan dos o tres en mi nombre, habito yo”. Y ¿qué es congregarse en nombre de Cristo? ¿qué es estar unidos en nombre de nuestro divino Redentor? Estar reunidos en nombre de Cristo, es estar unidos por la caridad; esto es estar en nombre de Cristo, unidos; y allí habita Cristo, allí reina, allí mora donde hay caridad. Pero hermanos míos; ¿practicamos nosotros la caridad, según el deseo de Cristo? ¿podemos acaso decir con San Pablo y Santa Teresa, que no hay dolor que aqueje a nuestro hermano, que no padezcamos nosotros mismos? ¡Ay, qué lejos estamos de esta caridad! Si nos examinamos detenidamente; veremos que nuestros juicios son poco caritativos; muchas veces suponemos al prójimo intenciones que no habían soñado siquiera; y si examinamos nuestros afectos, también los hallaremos vacíos de caridad. Vemos llorar al prójimo, le vemos sufrir, pero nos quedamos indiferentes. Una muerte, una desgracia ha herido a nuestro hermano, y nos alarmamos, no por su desgracia, sino porque tememos que nos sobrevenga a nosotros lo mismo.
 
Y si examinamos nuestras obras, encontraremos que tampoco van selladas con el sello de la caridad. Vemos a nuestro hermano en la pobreza, en la miseria, en la enfermedad, y acaso le socorremos con aquello que nos sobra; pero ¿quién es el que se impone privaciones por socorrer al prójimo?

Vivamos en la tierra como peregrinos, no nos apeguemos a nada que a la tierra pertenezca.
 
(Pláticas III, pág.264)
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Gracias Señor

Gravatar Written by Reza con Poemas

Postrada con el peso de tus gracias
¡Señor, aquí me tienes...!
mi flaqueza no acierta a descubrir
Señor, qué es lo que quieres.
Si no fuera porque confío en tu amor
yo llegaría a pensar
que ya me estás pagando aquí en la tierra
mi pobre caminar.
Yo no esperaba alivio en esta vida
y quise prescindir
de comprensión humana, de consuelos,
y entonces... ¿por qué así?
Más humilde yo acepto esta limosna
y te digo sin miedo
Jesús, sin condiciones, que soy tuya,
contigo todo puedo.

23-12-1960.

Madre Belén

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El Crucifijo de San Damián (Los otros personajes)

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Antes de leer, fíjate en la actitud de los personajes. Observa su rostro, mira sus manos…

María y Juan
 
A la derecha de Jesús, y no a uno y otro lado, se encuentran María y Juan, inseparables como en todos los crucifijos de tipo sirio: «Mujer, ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre» (Jn 19,26-27).
No son rostros paralizados por el dolor, antes bien permanecen serenos, casi sonrientes;
La mano izquierda de María refleja su actitud de interiorización, de guardar en el corazón. La mano derecha de ambos señala a Jesús, Dios y hombre, vencedor del mal y de la muerte, glorificado por el Padre.
Cuanto hemos dicho de Cristo, personaje central del icono, lo leemos reflejado en la actitud de María y Juan: María aprueba la obra de su hijo y participa en ella; Juan, que en su evangelio expondrá ampliamente el misterio de Jesús, está junto a María y, con ella, aprueba con idéntico gesto la obra de Jesús.


María Magdalena, María mujer de Cleofás y el Centurión.

A la izquierda de Cristo, siguiendo la descripción del cuarto evangelio (Jn 19,25), están María Magdalena y María, mujer de Cleofás; sus nombres aparecen escritos bajo sus pies. Su actitud es serena, como la de María y Juan. María Magdalena mira al centurión, que está proclamando su fe; con un gesto de emoción, pero sin manifestar tristeza, acerca la mano izquierda a la garganta, igual que la madre de Jesús; como el centurión, cree, y también ama, pues ella fue curada y convertida por Jesús, y su corazón arde de amor a su Señor; así lo demostrará, además, la mañana de Pascua (Jn 20, 1-2 y 11-18). María de Cleofás, entre María Magdalena y el centurión, contempla a Cristo y lo señala con la mano, expresando también su admiración. El centurión mira a Jesús; está como ausente de todo lo demás; su mirada y su gesto expresan la palabra referida por los sinópticos: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios» (Mt 27,54).
 

Contempla cada personaje, evoca la relación de cada uno con el Señor.

¿De dónde procede esa esperanza que transmiten, esa confianza que expresan en el rostro?

¿Te podrías identificar con alguno de ellos?

¿Dónde pones la confianza y la paz?

¿Qué oración te brota después de esta contemplación?

 

 

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