Haz de mi vida una Eucaristía,
porque desborda mi gratitud,
y no sé ni siquiera agradecer.
No respondo, Señor, a lo que esperas...
¿Pero, qué esperas tú?
Ya no hago proyectos. Todo es vano.
Tú sabes que deseo
aquí, y después cuando ya esté contigo,
cantarte mi profunda gratitud.
Consuelo Ojeda
PATTI SMITH - People Have The Power
Considerada como una de las artistas más influyentes de la historia del rock, Patti Smith siempre estuvo muy ligada al movimiento protesta contra el poder del gobierno en Estados Unidos y suya es esta canción, que se convirtió en todo un himno a finales de los años 80.
Pincha aquí para escuchar la canción
Los aspectos vengativos se pusieron bajo sospechosa
inclinándose como para oír
Y los ejércitos dejaron de avanzar
Debido a que la gente tenía su oído
Y los pastores y los soldados
Que había debajo de las estrellas
intercambiaban visiones
Y dejaron las armas
a los residuos del polvo
Yo estaba soñando mi sueño
sobre algo brillante y justo
Y mi sueńo se interrumpió
Pero mi sueño permaneció
bajo la forma de brillantes valles
Donde el conocido aire puro
abre mis sentidos nuevamente
Me desperté al grito
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
Donde había desiertos
Vi fuentes
Suben las aguas como la crema
Y dimos por allí un paseo juntos
Sin nada que criticar o de que reírse
Y el leopardo
Y el cordero
Yacían juntos verdaderamente unidos
Estaba esperando mi esperanza
de recordar lo que había encontrado
Yo estaba sońando en mi sueńo
Dios lo sabe, una visión más pura
Como yo me entrego a mi sueńo
te encomiendo mi sueńo a ti
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
La gente tiene el poder
El poder de sońar / de dirigir
Para luchar contra el mundo de los necios
Se decretó la norma de la gente
Se decretó la norma de la gente
Escucha
Creo que todos sońamos
con lo que puede llegar a pasar a través de nuestra unión
Podemos girar el mundo
Podemos darle la vuelta a la revolución de la Tierra
Tenemos el poder
La gente tiene el poder ...
Levanto mis ojos a los montes :
¿de dónde me vendrá el auxilio ?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.
El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guardas tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.
San Pedro escribe: Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad. Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco.» Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo. Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas, a la cual hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana.
Habiendo entrado en Jericó, Jesús atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también este es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
Dios, Creador y Salvador, fuente de paz para toda la tierra: sé hoy nuestra vida.
Cristo, tú nos llamas a compartir con los demás; unifícanos en tu amor.
Cristo, nuestro Pastor, tú vienes a buscar a los que están perdidos, visitas a los abandonados, a quienes están solos: vivifica su esperanza.
Espíritu Consolador, tú depositas en nosotros una esperanza y una alegría: cólmanos con tu amor.
Espíritu Consolador, tú suscitas en nosotros un amor que perdona: ven a nosotros, Espíritu Santo.
Señor Cristo, haz que tengamos los ojos puestos en ti en todo momento. Con frecuencia olvidamos que estamos habitados por tu Espíritu Santo, que rezas en nosotros, que nos amas a todos. Tu milagro en nosotros es tu confianza y tu continuo perdón.
Tú nos bendices, Jesús el Resucitado, a nosotros que quisiéramos vivir de tu confianza hasta el punto de que las fuentes del júbilo nunca se agotan.
Mi vida es una escalada
Me entusiasmaron las cumbres,
las montañas.
Toda mi vida es compendio
de muchas ansias.
Siento como el alpinista
la irresistible llamada
a subir... no sé hasta dónde
de la montaña.
Así me encuentro conmigo
Y soy yo.
Y todo es a la luz blanca
de un soñar siembre con algo
¬que no se abarcará.
El escalador conoce
que a veces rodando baja,
pero no pierde de vista
la cumbre alta.
Y sigue con el empeño
de la montaña.
Consuelo Ojeda
BOB DYLAN - The Times They Are A Changing
Considerado por muchos como el primer artista protesta de la historia de la música, Bob Dylan siempre estuvo muy ligado a la idea de transmitir mensajes antibélicos en sus letras. Uno de ellos se puede encontrar en este sensacional tema donde advierte a las autoridades políticas como familiares a aceptar que los tiempos están cambiando, y que lo más sensato es escuchar al pueblo. Según lo visto, parecen pocos o ninguno los que le han hecho caso...
Pincha aqui para escychar la cancion.
Traduccion en español
Venid gente , reunios,
dondequiera que estéis
y admitid que las aguas
han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos,
si creéis que estais a tiempo
de salvaros
será mejor que comencéis a nadar
u os hundiréis como piedras
porque los tiempos están cambiando..Venid escritores y críticos
que profetizáis con vuestra pluma
y mantened los ojos bien abiertos,
la ocasión no se repetirá,
y no habléis demasiado pronto
pues la ruleta todavía está girando
y no ha nombrado quién
es el elegido
porque el perdedor ahora
será el ganador más tarde
porque los tiempos están cambiando.
Venid senadores, congresistas
por favor oíd la llamada
y no os quedéis en el umbral,
no bloqueéis la entrada,
porque resultará herido
el que se oponga,
fuera hay una batalla
furibunda
pronto golpeará vuestras ventanas
y crujirán vuestros muros
porque los tiempos están cambiando.
Venid padres y madres
alrededor de la tierra
y no critiquéis
lo que no podéis entender,
vuestros hijos e hijas
están fuera de vuestro control
vuestro viejo camino
está carcomido,
por favor, dejad paso al nuevo
si no podéis echar una mano
porque los tiempos están cambiando.
La línea está trazada
y marcado el destino
los lentos ahora,
serán rápidos más tarde
como lo ahora presente
más tarde será pasado
el orden
se desvanece rápidamente
y el ahora primero
más tarde será el último
porque los tiempos están cambiando
¡Cantad al Señor un canto nuevo,
cantad al Señor toda la tierra,
cantad al Señor, bendecid su nombre.
Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
El Señor ha hecho el cielo ;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena ;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor que ya llega.
El Señor dice: Esta palabra que yo te prescribo hoy no es superior a tus fuerzas, ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que hayas de decir: «¿Quién subirá por nosotros al cielo a buscarla para que la oigamos y la pongamos en práctica?» No está al otro lado del mar, para que hayas de decir: «¿Quién irá por nosotros al otro lado del mar a buscarlos para que la oigamos y la pongamos en práctica?» Sino que la palabra está bien cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón para que la pongas en práctica.
Estaba Jesús a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, Jesús dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.» Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.» Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.» Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
Por la paz en el mundo y la liberación de todos los seres humanos, te pedimos Señor.
Para que los responsables de las Iglesias busquen sin descanso la unidad visible de los cristianos, te pedimos.
Por la integridad en la vida política, por la justicia en la sociedad, te pedimos.
Por los que ganan con dificultad su pan cotidiano, te pedimos Señor.
Por los que están privados de trabajo o de recursos, te pedimos.
Por los que no tienen familia ni hogar, te pedimos.
Por quienes sufren de soledad, de abandono, te pedimos.
Por los que están oprimidos, calumniados, te pedimos Señor.
Por quienes están al servicio de los más pobres, de los extranjeros, de los que están aislados, te pedimos.
Dios vivo, por muy pobre que sea nuestra oración, te buscamos con confianza. Y tu amor se abre paso a través de nuestras indecisiones e incluso de nuestras dudas.
Tú nos has bendecido, Dios vivo, tú que ocultas nuestro pasado en el corazón de Cristo y ya te ocupas de nuestro futuro.
Tú no tienes que tener
en cuenta mí delito.
Tampoco mis virtudes,
sólo cuenta el amor.
No el mío, sólo el tuyo
eterno e infinito,
que me va liberando
soñando ser mejor.
Mejor para quererte,
mejor para esperarte,
mejor para buscarte
y dejarme encontrar.
Tú eres mi Absoluto,
lo único que llena…
es tu amor y tu vida
y aquella paz serena
que tú nos sabes dar.
Entre luces y sombras,
yo mi destino leo,
algo que me desborda
como tu inmensidad.
Señor en este día
profundamente creo
que cuando allá en el alma
tú pones un deseo
es porque ya has pensado
hacerlo realidad.
Consuelo Ojeda
Estos últimos años parece que vivimos en una crisis constante. Para intentar combatir este mal endémico, la música, desde siempre, ha sido un importante instrumento para hacer llegar el mensaje de protesta.
El rock siempre ha servido para llamar a las masas a quejarse ante las injusticias sociales y el coformismo político. Esto se reflejó de manera clara en la década de los 60 durante la guerra de Vietnam, donde el movimiento hippie intentó hacer un llamamiento a la paz y al amor libre en el mundo. Canciones contra la guerra y el abuso del poder parecían estar a la orden del día y esa corriente todavía perdura, aunque en menor medida, hasta nuestros días.
Vamos a dejar en los próximos martes una lista de las 10 mejores canciones protesta.
1. JOHN LENNON - Give Peace a Chance
Seguimos con los himnos generacionales y lo hacemos situando en el primer puesto al que es, tal vez, el mayor artista comprometido con las causas justas y con el fin de las guerras en todo el mundo. También podía aparecer su mítico Imagine, pero me decanto por Give Peace a Chanceporque es un canto a la unidad entre los seres humanos para derrocar las armas y el odio en planeta. Demos una oportunidad a la paz...
Par escuchar la canción picha aquí.
Todos hablamos de
Arrestismo, Sexismo, Obstruccionismo, Colerismo,
Harapismo, Rotulismo
Este ismo, el otro ismo
No es lo máximo
Todo lo que decimos es démosle una oportunidad a la paz
Todo lo que decimos es démosle una oportunidad a la paz
Todos hablamos de
Ministros, Siniestros, Pasamanos y Latosos
Obispos y Pescadores, y Rabinos y Gurúes
Y adioses, hasta la vista, hasta luegos, hasta prontos
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
Déjenme decirles ahora
Todos hablamos de
Revolución, Evolución, Devoración, Flagelación, Regulaciones
Integraciones, Meditaciones, Unidas Naciones, Felicitaciones
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
Oh vayamos al grano
Todos hablamos de
John and Yoko, Timmy Leary, Rosemary, Tommy Smothers, Bob Dylan, Tommy Cooper, Derek Tayor, Norman Mailer, Alan
Ginsberg, Hare Krishna,
Hare Krishna
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
Todo lo que decimos es
démosle una oportunidad a la paz
No le puedes poner límites a lnada, cuanto más sueñas, más lejos llegas. Michael Phelps (Campeón de 22 medallas olímpicas)
A ti, Señor, me acojo :
no quede yo derrotado para siempre ;
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina tu oído, y sálvame.
Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías,
siempre he confiado en ti.
Muchos me miraban como a un milagro,
porque tú eres mi fuerte refugio.
Llena estaba mi boca de tu alabanza
y de tu gloria, todo el día.
No me rechaces ahora en la vejez,
me van faltando las fuerzas, no me abandones.
Así dice el Señor: Bien me sé los pensamientos que tengo sobre vosotros, pensamientos de paz, y no de desgracia, de daros un porvenir de esperanza. Me invocaréis y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis cuando me solicitéis de todo corazón.
Jesús se ponía ya en camino cuando un hombre corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesucristo, tú vienes a transfigurarnos para renovarnos a imagen de Dios: ilumina nuestras tinieblas.
Jesucristo, luz del corazón, tú conoces nuestra sed: condúcenos hacia la fuente de tu Evangelio.
Jesucristo, luz del mundo, tú iluminas a cada ser humano: haz que discernamos tu presencia en los demás.
Jesucristo, amigo de los pobres: abre en nosotros las puertas de la sencillez para acogerte.
Jesucristo, manso y humilde de corazón: renueva en nosotros el espíritu de infancia.
Jesucristo, tú haces posible que la Iglesia prepare tu camino en el mundo: abre para todos las puertas de tu Reino.
Jesús, nuestra alegría, cuando comprendemos que nos amas, algo de nuestra vida se apacigua e incluso se transforma. Te preguntamos: ¿qué esperas de mí? Y, por medio del Espíritu Santo, nos respondes: que nada te turbe, yo rezo en tí, atrévete a dar tu vida.
Cristo Jesús, sin haberte visto te amamos. Sin verte todavía te damos nuestra confianza. Bendícenos, a nosotros que descansamos en tu paz.
Empuja con tu fuerza
la vela de mi barca,
que yo no se remar,
y está lejano el puerto
y picada la mar
0 mejor...
engancha tú mi barca
a la tuya
que a compás de tus remos
yo empezaré a remar.
Consuelo Ojeda
Desaprender la guerra, realimentar la risa,
deshilachar los miedos, curarse las heridas.
Difuminar fronteras, rehuir de la codicia,
anteponer lo ajeno, negarse a las consignas.
Desconvocar el odio,
desestimar la ira,
rehusar usar la fuerza,
rodearse de caricias.
Reabrir todas las puertas,
sitiar cada mentira,
pactar sin condiciones,
rendirse a la Justicia.
Rehabilitar los sueños, penalizar las prisas,
indemnizar al alma, sumarse a la alegría.
Humanizar los credos, purificar la brisa,
adecentar la Tierra, reinaugurar la Vida.
Desconvocar el odio,
desestimar la ira,
rehusar usar la fuerza,
rodearse de caricias.
Reabrir todas las puertas,
sitiar cada mentira,
pactar sin condiciones,
rendirse a la Justicia.
Desaprender la guerra, curarse las heridas.
Desaprender la guerra, negarse a las consignas.
Desaprender la guerra, rodearse de caricias.
Desaprender la guerra, rendirse a la Justicia.
Desaprender la guerra, sumarse a la alegría.
Desaprender la guerra, reinaugurar la Vida.
Para escuchar la canción pulsa aquí.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria !
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré mis manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo ;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Los primeros cristianos acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
o
Al desembarcar, Jesús vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada. Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer.» El les contestó: «Dadles vosotros de comer.» Ellos le dicen: «¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?» El les dice: «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.» Después de haberse cerciorado, le dicen: «Cinco, y dos peces.» Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba. Y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron. Y recogieron las sobras, doce canastos llenos y también lo de los peces. Los que comieron los panes fueron cinco mil personas.
Te pedimos por quienes comienzan a conocer a Cristo: que el Señor les fortalezca en su camino.
Por los niños, por quienes les acogen y les despiertan a la fe, te pedimos Señor.
Te pedimos por los enfermos y quienes terminan su vida en soledad: que el Señor les dé la fuerza que necesitan.
Te pedimos por los que están condenados a la reclusión o al exilio: que el Señor sostenga su esperanza.
Para que el fuego de tu Espíritu renueve nuestro entusiasmo y nos haga acogedores con los que no te conocen, te pedimos Señor.
Que tu Iglesia se renueve en la mesa de tu Palabra y de tu Eucaristía, te pedimos Señor.
Dios, nuestro Padre, tú buscas infatigablemente al que se aleja de ti. Y, por medio del perdón, vienes a poner en nuestro dedo el anillo del hijo pródigo, el anillo de la fiesta.
Bendícenos, Cristo Jesús, tu amor es más grande que nuestro corazón.
Yo vivo, yo respiro, yo sufro,
yo soy protagonista de mi vida.
Yo vivo mis tragedias, mis fracasos,
mi enorme soledad.
Y pregunto ¿por qué?
Y Teresa de Calcuta me responde:
viven y respiran y sufren,
y son protagonista de mi vida.
Yo vivo sus tragedias, sus fracasos,
su enorme soledad...
Y pregunto ¿por qué?
Y Teresa responde:
Yo contemplo la vida
desde la otra ribera
se han cambiado las luces
al cruzar la frontera.
Consuelo Ojeda
Canto
Salmo
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios ?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
del salmo 41
Lectura
San Pablo escribe: Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, como dice la Escritura: Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8, 31-39
Canto
Silencio
Oración de alabanza
Jesús, manso y humilde de corazón, tú visitas a todo ser humano para revelarle el amor del Padre.
Jesús, bondad sin medida, tú liberas a los cautivos, tú perdonas nuestras faltas.
Jesús, nuestro descanso y nuestro refugio, tu yugo es suave y tu carga ligera.
Jesús, enviado del Padre, tú sanas nuestra ceguera.
Jesús, pan vivo, tú alimentas nuestro corazón con tu palabra.
Jesús, tú has venido para encender un fuego en la tierra.
Jesús resucitado, tú nos haces partícipes de tu alegría.
Jesús, tú eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Padrenuestro
Oración
Jesús, luz de nuestros corazones, desde tu resurrección siempre vienes a nosotros. Dondequiera que nos encontremos, siempre nos estás esperando y nos dices: Venid a mí los que estáis cansados y encontraréis el descanso.
Cantos
Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco.
Pedro Casaldáliga,
de El tiempo y la espera.
No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados.
Lucas 6,37