Para orarPon tu mano sobre tu corazón, como lo hace la pecadora. ¿Qué experiencia tiene del amor tu corazón roto? ¿Siente agradecimiento hacia Dios?
¿Estás dispuesta a “romper el frasco” de tu vida, a entregarlo todo, a ungir con todos tus sueños y proyectos, a Aquel que te ha amado tanto?
Toma la toalla que ciñe a la pecadora y que amortaja los pies de Jesús. Es la misma que ciñó Jesús cuando les lava los pies a los discípulos. Te está invitando a hacer lo mismo. ¿Quién reclama tu servicio generoso?
(publicado por: Sacerdotes del Sagrado Corazón)
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