
Una vez por mes celebramos la Eucaristía, después de esta tenemos un ágape donde compartimos contribuyendo en la comida y las que celebran los cumpleaños ofrecen alguna cosa más. Son momentos de estar juntas, conversaciones largas, las fotos, etc. Las residentes guardan estos días de celebraciones. Una vez por año ofrecemos un momento mas fuerte de oración, de compartir y de formación humana y espiritual. En situaciones de calamidad y necesidad de ayuda muchas han respondido dando de lo que tenía. Las chicas aprecian la presencia de las Hermanas y se sienten en casa y acompañada en su vida.