
El lema ha sido “Tu corazón, una casa para todos”. Un lema que se nos ha hecho muy presente durante estos días en los que nos hemos conocido, hemos creado familia y sobre todo hemos agrandado un poquito más nuestro corazón, a Dios y a los demás.
El sábado fue un día lleno de grandes momentos. La película de “Cometas en el cielo” nos acercaba un poco más a ese perdón incondicional, a ese agrandar nuestro corazón . Por la tarde, varios testimonios nos dejaron ver cómo se vive este lema en el día a día. También disfrutamos de la acogida de la casa del noviciado y de una gran Eucaristía compartida.
El domingo, los fundadores se hicieron hueco. Rompimos, al igual que ellos todos esos candados que no nos dejan que nuestro corazón sea la casa de todos, todos esos impedimentos y dificultades que a diario nos encontramos.
Un fin de semana de mucho disfrute, agradecimiento e invitación a poquito a poco, transformar nuestro corazón.
Claudia Porcel