
El motivo del encuentro pues como el nombre indica ¡encontrarnos!, compartir la vida y aprender juntas cómo ser cada día más del Señor. En esta ocasión además de las distintas hermanas responsables de la formación y las superioras provinciales tanto de España Sur como de España Norte, nos acompañó también el P. J. Manuel García Lomas sj. gran amigo de la congregación, según el mismo nos contaba, que con su entrañable presencia nos animó a todas a entrar en esto del discernimiento de una manera sencilla y al tiempo conscientes de que se trata de “cosa fina”, de una delicadeza del amor, pero que está al alcance de todo el mundo, porque buscar desde el amor ¡todos podemos hacerlo! A lo largo de estos dos días hemos tenido tiempo de escuchar, tiempo de orar, reflexionar, asimilar y también tiempo para el “coloquio”, el diálogo y la confrontación.
Comenzamos con una primera aproximación al tema ¿De qué se trata en el discernimiento espiritual? Si tuviera que resumir “muy mucho” la cosa diría que según García Lomas en el discernimiento tratamos de cosas que no están claras y en las que una quiere buscar desde el Señor. Nos apuntó algunas conexiones bíblicas que nos ayudaron a orar y nos planteó diversas situaciones de discernimiento en la vida; hablamos del discernimiento personal y preciosamente del comunitario, teniendo de fondo una carta que el Padre Arrupe escribe a la compañía alentando a los hermanos a vivir esta experiencia fecunda de buscar juntos, en cuanto grupo, el querer de Dios. Muy graciosamente nos apuntaba que esta búsqueda se puede hacer de dos modos “en parada reflexiva” o “al filo de la vida”, que son las más de las veces…
En cuanto a si esto del discernimiento es tarea fácil o difícil, a el le gusta decir que el amor (y por tanto el discernimiento) no es un montaje complicado, sino más bien cosa sencilla pero fina ¡finísima! y delicada porque tratamos de cosas del espíritu. En este sentido nos comentó algunas tentaciones que están ahí y que nos la pueden jugar en esto del discernimiento: manipular el nombre del Señor, los apasionamientos enardecidos, la huida de la verdad molesta… ante esto repitió con insistencia “o me coge el Señor, o me cogen mis cositas”. Y para que nos coja el Señor y no tanto “nuestras cositas” nos animaba con fuerza a tener como horizonte posible y deseable; el discernimiento como tono ambiental de nuestra vida, no a vivirlo como algo puntual, sino que el querer buscar desde el amor sea algo que invada la vida entera, que sea éste nuestro tono habitual y asimilado.
Y ¿cómo se hace esto? Nos preguntábamos… y su única respuesta era: “Si te pones al sol, el sol se te pega” de igual modo si te pegas a Jesús, lo de Jesús se te pega… hay que pedirle al Señor que evangelice nuestros instintos, para que nuestra forma de estar, de afrontar, de reaccionar en la vida sea cada vez más como la de Jesús. Y tenemos que pedirlo porque la luz para caminar con Jesús y como Jesús es un Don, es una Gracia, no una conquista. Para terminar aterrizamos todo esto apoyándonos en las reglas de discernimiento que S. Ignacio propone el libro de los EE.EE para la primera y la segunda semana. Las trabajamos como posibles pistas / pautas para vivir todo esto en la vida cotidiana.
Por último no quiero dejar de mencionar el detalle que tuvieron nuestras hermanas Rosario y Carmeli que a pesar del cansancio de estar recién llegadas de Angola, se acercaron a Chamartín para compartir con nosotras la experiencia de su último viaje, la noche del Sábado. De una forma sencilla, espontánea y desde el corazón, nos enseñaron fotos y nos contaron cosas de nuestra presencia allí en Angola. Presencia que a mí por lo menos me remueve y que a pesar del desgarro que me supone por dentro, me habla de una esperanza grande y alentadora. Nos hicieron pasar una velada agradable, hablando de cosas que nos importan.
En fin, una experiencia rica que nos ha devuelto a la vida ordinaria con ganas de escudriñar la realidad desde el amor, para descubrir a ese Dios que porque es amor no puede estar al margen, sino que está ciertamente dentro; en el corazón liberado y encendido de cada hombre y mujer con quien convivimos en el día a día. Y concluyo este compartir del mismo modo que García Lomas cerró el encuentro, “que suerte poder estar hablando de cosas buenas con gente buena”
adc

