¡Qué grande es Dios! ¡Qué abundantes sus dones! ¡Qué regalo esta familia!
A partir del trabajo sobre el Proyecto marco para dar cauce a la Vocación Laica Spínola, se ha suscitado una corriente de vida, unos aires nuevos, una ilusión… que lleva a cantar con el Salmo “El Señor ha estado grande y estamos alegres!”
Hace años ya, los seglares afines a la espiritualidad Spínola están pidiendo una estructura que de cauce a su vocación. Después de un tiempo de búsqueda, experiencias, encuentros, discernimientos… parecía que el fruto estaba maduro, era el momento y así ha sido.
Desde distintos lugares del mundo, donde la Congregación está presente, son múltiples los testimonios, los signos de agradecimiento por haber dado respuesta por fin a la inquietud. “Esta es la vocación a la que el Señor me estaba llamando cuando no acababa de encontrar el lugar” decía un laico Filipino, “todo esto que refleja el proyecto ya lo estamos viviendo hace tiempo” nos decían desde Paraguay…
A punto estamos de terminar los estatutos, el plan de formación… que tendremos ocasión de compartir junto con el estimulante testimonio de tantos hermanos y hermanas que vibran con su vocación, con la experiencia del Amor personal de Cristo y desean transmitirlo a los demás.