
En Manta, el domingo 25 de marzo, la Delegación de Ecuador celebramos el SÍ del Señor en la vida de Victoria y de Lorena y, cómo no, la respuesta agradecida y generosa de ellas a Él, en su profesión perpetua.
Fue un fin de semana intenso, de preparativos, nervios, detalles, oración con los jóvenes, ensayos…
En la celebración se respiró nuestro aire sencillo y profundo. No faltaron lágrimas de emoción en sus familias y tampoco en las Esclavas.
Damos gracias al Señor por despertar fidelidad, entrega, disponibilidad y desprendimiento en la historia de Lorena y Victoria. Él, que llama a cada persona por su nombre, seguirá avivando el “para siempre” de nuestras hermanas con su Sí de cada día, siempre nuevo y siempre fiel.