Compartimos las palabras de Ángela Lopera, adc, en este día tan especial para la Familia Spínola.
¡Celebramos Santa Ana!
Día especial en nuestra Congregación...
El 26 de julio, no pasa desapercibido para nadie que se sienta parte de la Familia SP. Las hermanas, los laicos y todos los que vibran con nuestro carisma, marcan este día en el calendario como “día especial”. Estemos dónde estemos ¡hacemos fiesta! Es día de aniversario, día para recordar, agradecer, encontrarnos, conectarnos para celebrar la VIDA. Este año ya van 136 años formando corazones, apostando por una educación capaz de transformar el mundo.
Y esta fiesta es intercultural... acontece en todos los lugares del mundo donde estamos presente las hermanas o los laicos SP: Argentina, Paraguay, Angola, Ecuador, Venezuela, Brasil, Filipinas, Japón y España. Pero a pesar de los Km que nos separan hay “conexiones”. Nos une la tradición. En nuestro aniversario no puede faltar: ORACIÓN, DESPRENDIMIENTO y FIESTA.
Para todas, es un día de oración, reservamos un tiempo especial para agradecer al Señor ¡un año más de vida! Y hacemos memoria de tanto bueno recibido desde los comienzos.
Es también día de desprendimiento. De regalo, de intercambios, de tómbola. Recuerdo siempre con asombro y con cariño este día en los campamentos, las misiones, las primeras comunidades en las que viví... me recuerdo con ilusión buscando algo que pueda ser “regalo para otra”. Algo que me gusta tener pero de lo que puedo prescindir.
¡Y es día de fiesta ! Es momento para dejarnos fluir, olvidar los pequeños desencuentros que nos trae el cada día y sacar la niña que llevamos dentro. Preparar nuestra tarta favorita, cortar el bolo, apagar las velas, brindar, cantar, reír, danzar, jugar... A veces, recordamos el pasado y nos visita la mismísima Madre Fundadora. En otras ocasiones, parodiamos la realidad, nos reímos de “nosotras mismas”, o hacemos viajes al futuro... la creatividad unida a la gratitud nos hacen vivir momentos inolvidables en este día.
Oración, desprendimiento y fiesta. Tres palabras que nos hablan de modos concretos de vivir lo que para nosotras es esencial; nuestro estilo de vida. Vivir los acontecimientos de la vida unidas al Señor, de la historia que sostiene nuestra existencia. Ir por la vida, ligeras de equipaje, desprendidas, dispuestas a dejar lo que nos ata para acoger lo que nos da libertad verdadera. Y todo esto vivido con la alegría del Evangelio. La alegría que nace de dentro y que se mantiene aún en momentos de tormenta. Esa alegría que nos permite hacer fiesta ¡pase lo que pase por fuera! Porque es una alegría que nada ni nadie nos puede arrebatar. Si en estos 136 años de vida el Señor ha estado con nosotras, no hay duda que seguirá estando. Solo precisamos mantener encendida la llama de la FE.
Así celebramos nosotras los días importantes, ¿Y tú? ¿cómo celebras la VIDA?
Ángela Lopera, adc
26 de julio 2021. Sta. Ana