Hola a todos/as.
Lo primero que me sale al escribir mi despedida por estas hermosas tierras es, la palabra AGRADECIMIENTO con todo el corazón por todo lo vivido aquí, tanto las alegrías, tristezas, y despedidas, etc. que me acercaron a Dios y me fueron haciendo más humana, sensible a las personas.
Vuelvo con el corazón más grande por todo lo que llevo dentro, nombres, situaciones, recuerdos, a pesar de que no es fácil dejar todo esto, vuelvo contenta porque sé que lo que vivido ha dejado en mi huellas.
Ecuador ha significado para mí un paso en el que Dios se hizo presente en mi vida, a través de la cordialidad, alegría y fe de la gente sencilla por las cuales me sentí acogida.
Confío en que Dios hizo posible vivir en la diversidad, cuando ÉL es la unidad y nuestro centro.
También agradezco a cada una de mis hermanas, tanto de la delegación del Ecuador, como con las que viví e hice el noviciado, a pesar de las distancias en las que vamos a vivir ahora, estaremos unidas en el corazón de Jesús.
Susana
Bueno, esa es nuestra vida: un día llegamos… otro partimos… pero en cada paso “el corazón se llena cada vez más, de nombres y rostros a recordar”.
No sé si decirles adiós o un hasta luego pues siempre y cuando desear podemos encontrarnos en el corazón de Jesús, en un dulce recuerdo; o por el facebook, jejejeje!
Cómo no decir que del “lindo Ecuador”, llevo en la memoria una comunidad fraterna que se solidificó por la unidad, a través de la vida de oración, del diálogo constante, del perdón mutuo, con la corresponsabilidad y por encima de todo, dejándose llevar por el deseo de seguir tras las huellas de Jesús, reconociendo a menudo la fragilidad del barro y la grandeza de la llamada.
Llevo aun la gratitud por haberme sentido acogida, respetada, querida, acompañada, valorada, libre, bendecida y brindada con lo mejor de esa tierra.
Ecuador me hizo encontrar a Dios en muchos rincones y admirarlo en la magnitud de sus paisajes. Me vio alabarlo en muchos momentos y en tantos detalles de personas queridas; testimonió el encuentro conmigo misma y el verdadero descubrimiento de mi vocación.
Puedo afirmar que más hermoso que la belleza de esta tierra; con su gente, su cultura, sus colores, su música y su baile (que por cierto me encanta), sólo el regalo de haber sido acompañada por tantas hermanas que constantemente ofrecían sus oraciones y día tras día intercedían por nosotras. Eso nos ayudó a iluminar el camino que nos condujo hacia la meta y a fortalecernos en momentos de dudas.
Sé bien que muchas miradas se volcaron en nuestra dirección, y de una y otra manera nos hicieron llegar el cariño, la cercanía y el sentido de cuerpo, de familia.
Pues nada, la ventana para Ecuador se cierra; pero se abre en otra dirección; ya no con la misma curiosidad, e interrogantes (pero con la misma ilusión) pues ya se sabe que con sus riesgos, desafíos, crisis… merece la pena porque lo que prevalece son los frutos consecuentes del valor de la diversidad, la oportunidad de ratificar nuestro sí; la posibilidad de afianzar , agarrar y hundir raíces en El, que es el que verdaderamente sostiene nuestra vocación y nos permanece fiel hasta el fin.
Gislany
Con un español bastante dominado ya, estas son las palabras de agradecimiento que Jerline nos dirigió en el día de su profesión.
ACCION DE GRACIAS
Les agradezco a todos por estar presente en este día tan especial - en donde nos comprometimos a colaborar en la construcción del reino de amor aquí en la tierra.
Hoy quiero agradecer, sobre todo, al Señor por el don de la vocación como Esclava del Divino Corazón. Nunca me imaginé, en mi pequeñez, que algún día iba a ser religiosa. Mirando mi vida hacia atrás, agradezco al Señor especialmente por los momentos difíciles y duros porque he sentido siempre sus manos sosteniendo las mías. Yo sentía que en la debilidad y el sufrimiento me acompañaba siempre. No podía escapar porque no tenía a donde ir mejor que Él. ¿Cómo podía explorar el mundo cuando me dejaba invadir por el miedo y la desconfianza, cuando no tenía valentía para dar un paso adelante porque no podía ni siquiera ver el camino?
El Señor nunca me dejó sola. Siempre me envió personas como instrumento suyo en mi vida.
La educación está muy dentro de mi corazón porque a través de ella, yo tenía esperanza de luchar en la vida. En un principio no terminé como profesora pero la pasión de enseñar y ayudar a los alumnos me daba vida y felicidad.
Agradezco al Señor por esta pasión porque me lleva a cantar:
Cómo te pagaré Oh Señor
Todo el bien que me has hecho.
Cómo te pagaré, Oh Señor.
Señor, rompiste mis cadenas,
Tu amor me ha desbordado
Y siempre te ofreceré mi alabanza.
Alzaré la copa de la salvación
E invocaré tu nombre
Y mis votos cumpliré ante el pueblo.
Y así te pagaré, Oh Señor,
Todo el bien que me has hecho.
Así te pagaré, Oh Señor.
Después de acabar los estudios conseguí trabajo pero no era feliz, sentía vacío por dentro y buscaba algo que no sabía que era.
Me uní a un retiro vocacional de las Esclavas que me llevó a una experiencia profunda del amor del Señor a pesar de mis equivocaciones y mis debilidades. Los ojos del Señor me miran con ternura y me dicen que soy muy especial para Él. La vocación de Jeremías fue una inspiración que me llevó a profundizar en mi vida espiritual a través de la oración, meditación de la Palabra y acompañamiento de una hermana Esclava.
Jerline
El día tres de agosto en Quito en la Parroquia de San Ignacio de Loyola en Solanda manifestamos públicamente nuestros deseos de consagrarnos enteramente al Señor. Emitimos emitido nuestros primeros votos (que son de carácter temporal pero en nuestros corazones ya llevan el deseo de que sea para siempre) en una solemne ceremonia rodeadas por todos aquellos que formaron parte de nuestro caminar a lo largo de estos dos años en Ecuador: hermanas, amigos, profesores, catequistas y los diversos destinatarios de nuestra misión.
La ceremonia fue presidida por un joven párroco exalumno de nuestro Colegio en Manta, apasionado por la Vida Religiosa y buen promotor vocacional, concelebrando con el actual Párroco, sacerdote jesuita y dos hermanos suyos de comunidad.
Tras la emocionante ceremonia religiosa recibimos a nuestros invitados en el salón del Centro Cardenal Spínola, en un ambiente familiar y sencillo pero de buen gusto y lleno de detalles que de veras llegaban al corazón; comprobando la entrega, la cercanía y la generosidad de aquellos que nos quieren y que nosotras también queremos y con quienes deseamos compartir ese momento especial y único de nuestras vidas.
La alegría fue mutua expresada a través de la música, del baile, de las ‘’palabritas’’ típicas de los ecuatorianos... y la secuencia; con las llamadas continuas, con las felicitaciones y bendiciones deseando que seamos fieles y que permanezcamos en Él.
En verdad el tiempo ha pasado; pero estoy segura de que guardaremos para siempre en un rincón bien especial, bonitos recuerdos de aquel día e intentaremos actualizar siempre aquella alegría por haber sido consagradas y poder compartir con otros nuestra vocación.
Todo pasa, sólo el amor de Dios permanece, y es él quién seguirá impulsando nuestra búsqueda, ensanchando nuestro corazón, poniéndonos en marcha y alimentando en nosotras el deseo de que sea para siempre.
‘’YO NO, PERO TÚ...’’
Y si el camino esté difícil, recordaremos
‘’TODO LO PUEDO EN EL’’
Imagino que más de uno se habrá preguntado qué ha pasado con la ventana. Como bien imagináis no ha sido falta de vida sino justo lo contrario.
Tras el último compartir en el blog, tuvimos la celebración del Sagrado Corazón en el cole con sus altares…, el campamento, clausura de los grupos de fe y de las clases de guitarra, ¡¡estuvimos en la radio!!, nos fuimos de Ejercicios, celebramos las bodas de oro de Carmen Payar y las de plata de Lourdes y Fátima, hubo despedidas… y como broche de oro, el cierre de etapa, LA PROFESIÓN.
Aunque por detrás en el tiempo, no queremos dejar de compartir en próximas entradas lo que fue la celebración de “bodas”, la profesión y alguna que otra despedida preparando el cierre de esta ventana y quizás la apertura de otra en la “6ª planta”.
Cada novicia, después de profesar, ha regresado a su país y el noviciado internacional se ha trasladado por dos años a Madrid, en este momento con sede en la 6ª planta de nuestro edificio de Chamartín.
Este año de noviciado decidimos hacer una huerta en el terreno que tenemos en la casa.
Al comienzo nos costó arrancar y poner en práctica lo que pensamos, pero cuando nos pusimos en la obra nos metimos de lleno: planteamos lo que podríamos sembrar y preparamos la tierra.
Gracias a las crisis y enfados se hizo rápido el “arar la tierra”. Como era la primera vez que nos metimos en esta aventura de la huerta, lo hicimos como nos parecía entender, sin tener mucho conocimiento del tema.
Viendo cómo se desarrolla las cosas en la huerta, puedo decir que ser campesino/a no es fácil, uno tiene que considerar muchos aspectos: la tierra, el clima, la disposición de las semillas, el tiempo para dedicar... Pero gracias a la buena tierra y el clima que tenemos aquí, en tres meses tuvimos una buena cosecha.
Mientras en el campo la gente lo hace para ganar la vida nosotras lo hemos hecho para aprovechar el tiempo, y a pesar de que en algunos momentos nos exigió un cierto esfuerzo y dosis flexibilidad, la verdad es que tuvimos muchos ratos de distensión y risas.
Hay dificultades para conseguir los frutos pero cada momento es gratificante: la alegría al sembrar, al ver cómo crecen las plantas, y aún más cuando es tiempo de cosechar, ver que nos puede servir en casa y que podemos compartir con alguna familia que pasa necesidad económica.
El fin de semana del 2 y 3 de febrero, hemos abierto las puertas de nuestra casa por cuarta vez. Han asistido 5 chicas de Manta y 4 de Quito, todas ellas con claros planteamientos vocacionales, por lo que en esta ocasión el tema trabajado durante su estancia ha sido la presentación de nuestra vocación de Esclava como una respuesta concreta al seguimiento. Así decíamos en la carta convocatoria “Creemos en nuestra vocación y sabemos que el Señor sigue llamando, sigue invitando a seguirle y muchos se pierden la oportunidad de vivir con sentido desde el estar con Él y anunciar a otros su amor”.
En cada convocatoria (dinámica de inicio, tiempos de oración, tiempos de compartir…) hemos comenzado con un testimonio de Esclava (de los que tenemos en la Web), tuvimos mesa redonda (con un buen “Interrogatorio” como le llamó una de ellas), hicimos una dinámica con las distintas palabras claves de nuestra Consagración como
Esclavas…
Al finalizar la experiencia 6 de las jóvenes deciden continuar o iniciar un acompañamiento, tres de ellas manifiestan claramente que este puede ser su camino y van a continuar el discernimiento en esta línea.
Ha sido todo un disfrute verlas en la oración, poder hablar abiertamente del seguimiento, de Jesucristo, de nuestra vocación… En manos del Señor las ponemos para que sigan en esa búsqueda de lo que el Señor quiera de ellas y estén decididas a responder generosamente cada una a su “llamado”.
Una de las más jovenzuelas (de la parroquia de Manta) se ofreció a escribir algo para la ventana, os dejo con ella:
Quito, 03,03,2013
Este fin de semana tuvimos la mejor experiencia de nuestras vidas conociendo un poquito más la vida y costumbres de las hermanas Esclavas del Divino Corazón. Es la primera vez que hice una experiencia de lo que es la vida religiosa y consagrada. Vine con dudas de lo que se iba a realizar en la casa, al principio como todo ser humano me dije así muy dentro de mi “¿Qué haré yo en una casa de religiosas?”. Claro no me gustó mucho la idea, pero después me detuve y dije “hay que realizar cosas nuevas para así cambiar un poco la rutina” y también tenía algunas dudas que quería aclarar y me dije “sería interesante conocer cómo viven, ¿Qué hacen? ¿Cómo es su vida diaria como religiosa?” Entonces como la Hermana Caty Marcillo me invito a hacer esta experiencia dije “hay que hacerlo”. Se lo dije a mis padres, al principio no me dijeron nada no les gustaba la idea de que yo viajara, pero después dijeron “anda ya es hora que seas independiente y que veas como es el mundo en otras experiencias” y bueno, al principio no quería dejar mi casa, pero decidida a lo que quería hacer empaqué mis cosas y me vine a conocerlas. Al principio sentí timidez pero después que pasaron las horas ya tuve un poco más de confianza con todas las hermanas entre risas y juegos y todo lo demás. El conocerlas me dio alegría: son alegres y divertidas. Mis dudas quedaron atrás gracias a ellas porque tuve una semana muy agradable y bueno decidí hacer un acompañamiento con la hermana Jerline.
Dayanna Espinoza Jiménez (Puerto de Manta-Manabí)
En la última semana del pasado mes de noviembre fue posible para nosotras reforzar un poco más el sentido de pertenencia congregacional por medio de la visita del gobierno General a través de la secretaria General kity. Que, además de alegrarnos con su espíritu joven, alegre, nos ha posibilito enamorar un poco más “de lo de Dios”, estar en sintonía con lo congregacional, aspirar a lo que aspiraban nuestros fundadores y nuestras hermanas que fueron fieles al carisma y que ya nos preceden en los cielos.
Su paso por nuestra comunidad le permitió acercarse un poco a nuestra realidad comunitaria y escolar vivida en el Centro Cardenal Spínola, prestar su generoso servicio recordando a todas lo fundamental de nuestra espiritualidad y que mantiene encendida en la Congregación el mismo espíritu suscitado en Marcelo y Celia, inculcando también en nosotras, las novicias, el anhelo de toda Esclava: la santidad.
Nos queda la gratitud de ver reflejado en el rostro y en las actitudes de una hermana la característica de una verdadera Esclava: la sencillez y cercanía que hace a todos sentirse “en casa”, la alegría que contagia, el servicio “callado” y entregado, el involucrar haciendo suyo lo que es de sus hermanas… nos queda también el deseo de seguir alimentando de lo que nos ha dejado; de lo que Dios nos ha hablado a través de ella.
Gislany
El pasado día 17 de Mayo celebramos en el “inter” (internoviciado) el día de AFICER (área de formación inicial de la conferencia ecuatoriana de religiosos). En éste encuentro participamos postulantes, novicios, juniores, formadores y religiosos de la CER.
El lema del encuentro era “la fuerza del riesgo: tu Palabra” y en torno a ello estuvimos reflexionando.
El día comenzó con una preciosa Eucaristía en la que hicimos presente la realidad intercultural que tenemos en el inter: novicios de distintos lugares de origen (Paraguay, México,
Ecuador, Brasil, España…) hicimos las ofrendas con nuestros trajes típicos. Fue una manera de ofrecer también lo que somos y tenemos, lo que nuestra cultura ha dejado impresa en nuestro ser.
Nuestras hermanas filipinas hicieron una delicada danza en el momento de la entronización de la Palabra, orgullosas las mirábamos y decíamos ¡son mis hermanas!
El día continuó con un panel (mesa redonda) en el que diferentes personas nos hablaban de qué significa para ellos eso de “la fuerza del riesgo: tu Palabra”, y otros daban una visión de ello desde la Palabra.
Seguidamente nos reunimos por grupos para reflexionar sobre ello. A mí me quedó bien claro que la Palabra no nos deja indiferentes, que nos mueve y nos remueve por dentro, nos hace salir de nosotros mismo y responder al sueño que Dios tiene para cada uno de nosotros en cada momento de nuestra vida.
Después cada etapa de formación (postulantes, novicios y juniores) presentamos diferentes canciones, que hablan del lema, creadas y cantadas por nosotros. Junto a eso distintas escenificaciones en torno al mismo tema.
El día terminó con una comida compartida.
El ambiente que se respiró durante todo el día fue de fiesta, de alegría, de fraternidad y unidad en la diferencia: Jesús nos llama a cada uno a vivir desde un carisma concreto, y juntos podemos hacer grandes cosas.
Miércoles 23 de Noviembre, el “internoviciado” recibe un aviso: “Necesitamos gente que sepa cantar para animar las eucaristías de la 3ª Semana Teológica”.
Lo que sigue os lo podéis imaginar…Las novicias de las Esclavas junto con la maestra, darían el “Do” de pecho en este encuentro de la Vida Religiosa Ecuatoriana.
¡En dos tardes aprendimos 48 cantos! Pero no sólo nosotras, no, también nos enriquecimos del arte de las novicias de la Asunción y las postulantes de las Oblatas. ¡Toda un coro intercongregacional e internacional!
Las que tocaban la guitarra tuvieron que hacer un gran ejercicio para no dominar los cantos a ritmo de rumba y hacerse con el compás andino.
La puesta en escena fue todo un éxito. El Espíritu parece que voló sobre nosotras…tanto que…nos pidieron que grabáramos las canciones, y así lo hicimos. El 5 de Diciembre, a un día de que acabara el encuentro, grabamos toditas las canciones.
Al llegar a casa el trabajo siguió. ¡Hasta las 2:00 de la mañana estuvimos grabando en cadena! Unas hacían índices, otras ponían nombre al cd, otras grababan, otras recortaban…
Al día siguiente volaron las existencias.¡ 460 vendidos!. Lo que se recaudó irá destinado a la comunidad intercongregacional que la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos tiene en Haití.
Un lujo poder inculturizarnos a través de la música y ayudar a otros a cantar al Dios que viene.
Paseo por el barrio y el mercado mayorista.
Los primeros días a la llegada a Ecuador salimos a conocer de cerca la realidad que nos acoge: estuvimos viendo la escuela y el colegio, así como un poquito el barrio, sus principales calles como “la Jota”, calle transitada con frecuencia por gran cantidad de gente con las tiendas propias de calzado, ropa…
Aprendiendo ya para la vida cotidiana fuimos al mercado mayorista, donde nos quedamos impresionadas por la variedad de fruta y pescado.
Paseo por el centro histórico.
Ya descansadas y con fuerzas para coger el trole y caminar fuimos a conocer el centro de Quito. Con sus preciosas Iglesias nos habla de la fe sencilla de un pueblo sencillo. La parte histórica nos muestra su cultura, su gastronomía y su historia a través de cada edificio.
Subida al teleférico.
¡Y fuimos al teleférico a ver Quito desde lo alto! Con ganas e ilusión, sin saber muy bien cómo llegar, pero preguntando (que así se llega a Roma, dice el dicho popular) llegamos al teleférico. Nuestras hermanas filipinas pasaron aún más frío que de costumbre, sólo hay que ver las fotos…. Parece que estamos en Siberia. Fue un día en el que pudimos disfrutar de la naturaleza, de los hermosos paisajes y vistas que de Quito nos ofrecía el lugar.
Visita a la capilla del hombre (Guayasamín).
Tras un intento fallido de censarnos por “falta de especie” y con dos horas de viaje en el trole, decidimos no echar un viaje al norte de balde y aprovechamos para ir a ver la “Capilla del hombre”, de un pintor- escultor quiteño, Oswaldo Gyayasamín, Hijo de padre indígena (de ascendencia quichua), y madre mestiza. Con su obra denuncia la violencia y el dolor que el ser humano ha vivido en el siglo XX con las guerras, campos de concentración, el racismo… Un hombre pacifista que grita por los que no tienen voz.
“Pi pi pi pí, pi pi pi pí, pi pi pi piiiiii” (5:00 a.m) La vida se juega en este instante. Y… tras una leve deliberación… ¡Se escoge la vida…y comienza la jornada!
A las 5:30 nos encontramos todas en la capilla para empezar el día poniéndolo en manos del Señor. Después de la oración nos espera un desayuno a la velocidad de la luz. Ha de ser rápido, sin mucho hablar, concentrada en el café y el pan… ¿Por qué? ¡Muy sencillo! para poder ir “dignamente” hacia el Internoviciado. Os lo explico: Hay que hacer un plan de acción para que las nueve podamos entrar en el Trole. A las 6:10 ya estamos esperando en la parada. Apretadas, apretadísimas, súper apretadas conseguimos pasar (después de alguna que otra indignación cuando la gente se cuela).
Así comienza nuestro viaje hacia el norte de la ciudad, hacia el Inter. En este trayecto no faltan los ingeniosos momentos de hacerte con un asiento y el intercambio de mp3 para orar un ratillo con “rezando voy”.
Al llegar al Inter nos encontramos con la pluralidad de la Iglesia y la riqueza de los distintos carismas. La formación es muy buena, hemos estado trabajando el Eneagrama, el proyecto personal, la interpretación de sueños, el discernimiento en el seguimiento…
Por las tardes, algunas se sueltan en el arte de la guitarra y otras en el idioma español. Después de todo lo vivido terminamos la tarde con la Eucaristía…Y sin mucho demorarnos, después de cenar, nos vamos a la cama que al día siguiente el despertador ¡vuelve a sonar…!
El día 8 de septiembre, fue un día que marcó nuestras vidas, no sólo para nosotras cuatro (Jerline, Elmor, Carmen Rocío y Susana), sino para toda la Congregación.
Estamos muy agradecidas con esta experiencia de la inculturación, ya que nuestro Carisma y cultura se van enriqueciendo con lo que cada uno aportamos.
El 8 fue un día memorable porque recibimos la Gracia de ser acogida en la Congregación, en este nuevo camino que empieza donde vamos a ir descubriendo continuamente el Amor de Dios dentro de cada una de nosotras.
La celebración fue muy sencilla pero profunda, las canciones, oraciones y Presencia de cada Hna. significo mucho para nosotras.
Cada una hicimos una Oración a la Virgen en la que expresamos nuestro deseo de ser como ella la primera Esclava que se entrego por Amor y confió en el Señor.
Antes de terminar queremos expresar nuestros agradecimientos a cada una de las Hermanas que rezan y caminan con nosotras en esta búsqueda de la Voluntad de Dios.
Un Abrazo grande.