El misterio permanece
mas a mí hoy te revelas
de una forma tan sencilla
que mi fe y amor alientas.
Amor del Padre, que quiere
Darme un camino hacia El;
al Hijo, que muy cercano
me muestre cómo acceder
y poder más conocerle
para a su amor responder,
mostrándome en mi lenguaje
su pensamiento y su hacer.
Más al ser tan limitada
no siempre sé comprender
y necesito por dentro
una luz que me haga ver
no con los ojos humanos,
que el corazón ha der ser
el que los abra muy grande
en espíritu y en fe.
Es el Espíritu bueno,
el del Padre y de Jesús
que con sus dones y frutos
me penetre con su luz.
Gloria al Padre, gloria al Hijo
y al Espíritu de Amor.
Que toda la tierra cante
las grandezas de este Dios.
Eloísa Planas(30 de mayo de 2010)
Soy peregrino enrolado en el Pueblo de Dios
que caminando va
hacia un único y seguro destino.
La humanidad semeja
la corriente de un río.
Todos caminamos,
pero no todo el mundo sabe a dónde va.
Yo sé a donde voy,
porque yo camino con el Pueblo de Dios.
Se habla mucho de dialogar,
y yo quiero aprender dialogando contigo.
Habla tú primero, ya que tú eres primero.
Yo te escucho.
Haré silencio profundo para oírte.
Después yo te hablaré...
Quiero aprender a dialogar contigo.
Así, cuando lo haga con los otros
seria muy bueno que en mi estilo
se acordaran de ti.
Hermano separado,
si nos damos las manos
habrá menos distancia entre los dos.
Hermano separado, si nos amamos
surgirá la luz.
Marchemos de la mano hacia el destino eterno
donde por siempre unidos estaremos los dos,
estaremos con Dios.
Todos tuvimos culpa, pero hoy
ni tú ni yo somos culpables.
Hoy sólo resta amar. y olvidar.
Y surgirá la luz,
Señor, !os santos saben vivir en todos los
tiempos,
porque en todos los tiempos es lo mismo
el amor.
Ellos no se escandalizan de los cambios,
ni de las deficiencias de los hombres
Son comprensivos,
echan una mano.
Son los seres más humanos de la tierra,
quieren como los hermanos aman a sus hermanos.
Y este modo de amar lo aprendieron de ti.
Consuelo Ojeda
Tú, rostro de un mismo cuerpo,
Cristo de todo hombre;
Fraternidad hecha carne,
Luz de todos los desastres.
Hondura del ser y rincón al que volver
…en busca de respiro.
Raíz y principio de todos los sentidos,
tierra inerte que a tu lado
se vuelve milagro compartido.
Árbol que a tu sombra crece sin desvío,
pilares que se funden al abrazo de tu abrigo,
golpes que siempre fueron menos contigo.
Tierra deshabitada
que tu aliento fue soñando,
pobreza que en tus brazos
hace posible el camino,
grietas que a tu vera
reconstruyen lo perdido.
Amor arrodillado que sostiene a la vida,
milagro que alborota toda existencia perdida.
Mirada que dignifica lo que ya se ha vivido,
despojos que permanecen a salvo
… si es contigo.
Enraízate en la tierra y obra maravillas,
que los muros de la casa descansen en tierra segura.
Arraiga todo amor al tuyo
¡Oh Cristo de todo hombre!,
haz que brote la esperanza
y resplandece como sentido
de toda miseria humana.
Reyes Bo
Si gozar quieres de veras
de esta sublime ambición
será con la condición
— y creo que vale la pena—
de una total negación.
Nada podrás reservar
por muy pequeño que sea.
Si quieres hacer la prueba
verás que no encuentras paz
en cuanto todo no entregas.
No quieras contemplaciones,
que no hay tiempo que perder,
ni humanas consolaciones,
ni des otras soluciones
que rendirte de una vez.
No exijas otras veredas
ni otro camino tomar,
que toda la ciencia está
en esa "Nada" que lleva
a sólo Dios encontrar.
Cruz, pobreza, soledad,
abrazadas por amor
te darán la libertad.
Y con gozo exclamarás:
Sólo contigo, Señor.
Madre Belén
14-9-1962
Voy con empeño buscando
el más profundo silencio.
Haz, Señor, que lo consiga,
que lo gane a cualquier precio.
Silencio que me haga ver
lo que está pasando dentro.
Silencio que me descubra
que Tú estás allá en el Centro.
Silencio, música santa,
el más sonoro concierto.
Silencio en que todo calla
y sólo tu amor yo siento.
Dame Señor que yo viva
sumergida en el Silencio.
Madre Belén
15-10-1964
SI YO SUPIERA PINTAR…
Pintaría una montaña,
un árbol y un manantial.
Si YO SUPIERA PINTAR...
Dibujaría el silencio,
la brisa de la mañana
y los caminos de paz.
Dibujaría dos alas
abiertas para volar.,
Dibujaría todo aquello
que deja serenidad.
SI YO SUPIERA PINTAR…
Pintaría una montaña
y un árbol que diera sombra
al lado de un manantial.
Consuleo Ojeda
Señor, te vengo a cantar
cuando logras ensanchar
en mi vida el horizonte.
Cuando me haces despertar
y contigo respirar
el aire puro del monte.
Me diste pies para andar,
manos para trabajar,
una meta y un camino,
y una forma de expresar
lo que me quisiste dar
como un regalo divino.
Tal vez no conseguiré,
tal vez nunca llegaré
ver airosa mi carrera.
Mas siempre te cantaré
y en mi canto te diré
lo que yo vivir quisiera.
Tú me quisiste llamar,
te seguí sin vacilar
y éste es mi mayor contento.
Señor, te vengo a cantar,
porque es mi modo de amar
y de decir cuánto te quiero.
Consuelo Ojeda
Señor, me concediste
mirar hacia adelante siempre,
Y hacia adelante siempre miraré,
porque siempre he soñado
con caminos nuevos para andar.
Caminos nuevos donde tú me esperas.
Mi vida es la certeza de que vives
y que me haces vivir.
Ese contar contigo,
tú que eres el Señor de la vida.
El Señor de las sorpresas grandes,
de la eterna novedad creciente.
Ante mis ojos siempre
ese camino que a mi me sobrepasa,
me desborda.
Todo eso tuyo tan inabarcable…
Y hasta me llena
ese nunca alcanzarte del todo,
ni entenderte del todo...
Aunque sí presentirte.
ESTO ME HACE FELIZ
Consuelo Ojeda
Señor,
deja a tu intimidad
entrar en mi intimidad.
Todo eso tuyo
que respira amor,
todo tu estilo
que me anima a dar,
todas las cosas
que dejan tu paz,
haz que las viva
en mi corazón.
Interioriza
Tu manera de ser
en mi modo de ser,
en lo que es mío,
en lo que tengo yo.
Que yo deje de ser
y tú quedes, Señor.
Todo es tan relativo
en el vivir
cuando escucho tu voz,
y me llega tu luz
cuando siento que eres
en todo gratuidad...
Yo te quiero rogar
que me alcance tu amor.
Yo vengo a pedir
por tu inmensa bondad
que me alcance tu amor
y tu paz.
Consuelo Ojeda
Señor,
de las manos clavadas
y los brazos abiertos,
de los labios sedientos
y velado mirar,
Me amaste hasta el extremo
y así yo quiero amarte
llegando hasta el extremo
de la fidelidad,
Yo no tengo, Señor,
unas manos clavadas
ni unos brazos abiertos.
Yo miro sin dolores
el dolor de tu cruz.
¿Por que no tengo, Señor,
unos labios sedientos
de ese amor que desea
sufrir igual que tú?
Señor crucificado,
desbordas cuanto existe,
es un mar sin orillas
tu manera de amar,
Déjame que contemple
esas manos clavadas
y esos brazos abiertos
ante un mundo sediento
de tu paz,
ante un mundo sediento
de tu luz.Consuelo Ojeda
Sé tú
mi inseparable compañero
hacia el destino.
Sé tú
el agua viva de la fuente
en el camino.
Sé tú la luz del sol,
la sombra bienhechora,
la estrella que me guía...
Sé tú mi compañero
en la noche y el día.
Sé tú
quien va conmigo
siempre.
Quien me defiende
siempre.
Quien me da aliento
siempre.
Sé tú,
sólo tú,
siempre tú,
mi norte y mi destino.
Tu voz,
sea tu voz,
sólo tu voz,
lo único que escuche en el camino.
Consuelo Ojeda
Quiero sembrar una flor
en un desierto de arenas.
Quiero poner esperanzas
donde sólo existan penas.
Quiero encender una luz
donde haya oscuridad.
Quiero llevar alegría
donde todo es soledad.
Para todos los seguidores de Feli tendréis que esperar hasta octubre para su vuelta, pues ha decidido tomarse unas vacaciones. Mientras tanto podréis releer todos los regalos que nos ha ido dejando a lo largo del año. Además deciros que los jueves adelantaremos nuestros día de rezar con poemas y los viernes ya colgaremos las pláticas de Marcelo.
Os dejamos con un poema de Consuelo Ojeda, quizá a algunos os sorprenda y podáis cantarlo con la música que creo Marina Camacho en el Musical Es ÉL.
Luz, quiero luz.
Quiero el alba y el día.
Quiero las flores frescas
cargadas de rocío.
Quiero la primavera
con sus retoños nuevos.
QUIERO LA VIDA.
Quiero los horizontes
interminables,
Quiero las altas cumbres
de la alta sierra.
Quiero el mar infinito
amplio y abierto.
QUIERO LA VIDA.
Quiero el gozo profundo
que existe dentro.
Quiero la ilusión honda
de quien espera.
Quiero empezar de nuevo
todos los días.
QUIERO LA VIDA.
Quiero amar sin fronteras,
amar a todos.
Quiero llamar hermanos
a cuantos veo.
Quiero tener las manos
abiertas siempre
y aprovechar al máximo
todo lo bueno,
todas las luces,
todos los dones,
TODA LA VIDA.
Quiero la libertad,
la libertad en plenitud.
Rompe tú mis cadenas…
Un pájaro enjaulado soy yo
ábreme la puerta.
Quiero volar, volar,
llegar muy lejos.
Pues me hiciste, Señor, interminable
libérame,
libérame tú.
No me hablen de ocaso,
porque mis ansias son amaneceres.
No me hablen de abismos,
porque tiendo a mirar hacia las cimas.
¬No me hablen de sombras
cuando busco luz.
No me pidan ni quieran que yo actúe'
con estrecheces y angustias.
Ya entiendo otro lenguaje
desde aquel día en que empezaste tú
a hablarme por amor
de lo que es el amor.
Tú que eres libre,
rompe al fin mis cadenas.
Libérame,
Impúlsame a volar.
Abre la puerta que me aísla en mi casa,
y haz que salga de mí.
Y en mi camino cerca te sentiré.
Libérame
Libérame tú.
Consuelo Ojeda
Quiero ir a la montaña
y a lo infinito mirar.
Pero es que también quisiera
verte a su cima llegar.
Quiero subir en la barca
y lanzarme a navegar.
Pero es que también quisiera
que te hicieras a la mar.
Quiero beber en la fuente
del más limpio manantial.
Pero es que también quisiera
ver tu sed allí saciar.
Quiero expresar la alegría
de la vida en un cantar.
Pero es que también quisiera
verte vivir y soñar.
Consuelo Ojeda
Por el sendero del bosque
va caminando un pastor,
delante van las ovejas,
las ovejas de su amor.
No sabe que me recuerda
su camino y su labor
a Jesús cuando decía
que él era El Buen Pastor.
Por la costa va una barca
y en la barca un pescador,
lleva en sus manos las redes,
remendadas con primor.
No sabe que me recuerda
los pasajes del Señor.
Me recuerda Tiberiades,
la barca y el pescador.
Por tierra recién arada
va pisando el sembrador
va esparciendo la semilla
que más tarde será flor
No sabe que me recuerda
la enseñanza del Señor,
una semilla en silencio
germinando por amor.
Consuelo Ojeda
Déjame volver a Ti,
una vez más después de cientos, miles,
como he vuelto.
Déjame, ábreme tus brazos,
hazme un sitio
en tu hogar, en tu lecho.
Vengo casi agachada,
escondida, sucia,
descosida,
pero transparente de mi pecado
y de mi desamor,
viéndoseme desde lejos
ese olvido de Ti,
que también me trae a Ti
obsesionado,
sin remedio.
Mírame, o mejor,
ámame como otras veces
sin reparar en este aspecto
humano y deshumano,
sediento, muy sediento,
...
En esta noche desapercibida
para el mundo entero,
quiero volver a Ti,
traigo miedos y deseos,
vergüenzas y misterios,
tráigome a mí misma,
a pedazos,
a retazos
...
Sea como sea,
sé que no te importa,
Tú de mí lo sabes todo, Señor,
A TI VUELVO,
una vez más, de nuevo.
No quieras forzar las cosas.
Haz tan sólo aquellas cosas
que te impulsa el amor.
No quieras cambiar la ruta
que en el aire traza el viento;
ya madurará la fruta
cuando llegue su momento;
ya se encargará la brisa
de abrir el capullo en flor.
Pide sólo más amor,
esfuérzate por amar,
que no vale acumular
las cosas y los cuidados.
Pide sólo más amor,
que todo a su alrededor
cambia de luz y color
para los enamorados.
PIDE SOLO MAS AMOR.
Consuelo Ojeda
Nunca pregunté tu origen,
Peregrino.
Lo que de ti me interesa
es que vas por el camino
hacia adelante
con un corazón amante
que suena un alto destino.
La pobreza de tu traje,
tu vida simple y frugal,
tu carencia de equipaje,
y tu idea fija, muy fija,
en tu ideal.
Nada te turba ni inquieta,
nada tienes que perder,
caminar hacia la meta
es tu quehacer.
Caminar...
No es que me asombre
no saber
ni tu historia ni tu nombre.
Me asombra que seas constante
en tu anhelo divino.
Siempre, siempre hacia adelante,
caminante,
PEREGRINO