Es el tiempo del AMOR,
minutos espaciados que son tuyos
y que tú empleas
para llenar mi corazón de Ti mismo,
disimuladamente casi siempre.
Es tiempo de silenciar mis
voces, gemidos y cantos
y estar atenta a las insinuaciones
de tu AMOR
delgado, transparente y vasto.
Tu tiempo, el día de hoy,
que será también mañana cuando lo
estemos viviendo
alertas y en espera.
Tiempo para nutrir las esperanzas,
amarrar con lazos y gotas de agua
cada sugerencia de vida,
afinar el oído por si hay llantos
que le pasaran a mi corazón desapercibidos.
Es ese tiempo de profetas
temblones pero obedientes
que se levantan y caminan
siguiendo no sé qué misteriosa
voz insistente...
Es ese tiempo de abandono
confiado
en la bondad del que llega siempre
encendiendo fuego por dentro
y que deja los pechos ardiendo...
Es tiempo de salir de mi techo,
de mi suelo, de mi puerto,
de mi huerto regado por mí misma.
Es el tiempo del AMOR,
y ya no es posible el miedo,
a pesar de la cobardía,
de la mezquindad,
de la mala hierba de los celos.
Parece que sea tu tiempo, Señor,
parece que sea mi tiempo,
parece que es el tiempo del AMOR...
Aquí tienes mis manos y mi corazón,
parece que SEA EL NUESTRO.
Irene del Río
Empuja con tu fuerza
la vela de mi barca,
que yo no se remar,
y está lejano el puerto
y picada la mar
0 mejor...
engancha tú mi barca
a la tuya
que a compás de tus remos
yo empezaré a remar.
Consuelo Ojeda
Me da qué pensar el río
que en su corriente no para
de huir sórdido y sombrío
mientras los pueblos separa.
Mucho más me gusta el puente
que de manera sencilla
hace transitar la gente
de una orilla a la otra orilla.
Consuelo Ojeda
El colegio es barco grande
anclado siempre en el puerto.
Y ve cómo tu barquilla
se despega mar adentro.
Hoy se rompen las amarras
e hinchan tu vela los vientos,
mientras que dices adiós
con tu pañuelo.
El Colegio es una estrella
con resplandor de lucero.
Cada vez que alces los ojos
te alcanzarán sus destellos.
El Colegio es una estrella
fija en tu cielo.
El Colegio es una mina
que guarda riquezas dentro.
Qué bien si tú te encontraste
algún tesoro en su seno.
El Colegio es una mina
y tu fuiste su minero.
El Colegio es una siembra
y variado el terreno.
Gozarás cuando florezcan
las semillas de tu huerto.
El Colegio es sementera
de fruto incierto.
El Colegio es como un río
que bulle en su cauce, inquieto.
Agua que viene y se va...
y él queda con su misterio.
Paisaje siempre dinámico,
y siempre bello.
El Colegio es una música
que lleva lejos sus ecos.
Aprende bien la canción
que tienes que cantar luego.
Cántala, tú, colegiala,
Canta niña de tercero.
Alegra a un mundo que sufre
y olvida el bien y lo bello.
Cántala para que él cante
también su cántico nuevo.
Y ten presente, no olvides
cuando tú empuñes los remos...
que el Colegio es barco grande
y sigue anclado en el puerto.
El te impulsó a navegar
mar adentro.
Consuelo Ojeda
Ya el agua de mi arroyo
no se rompe en cascadas.
Es remanso tranquilo
de aguas serenas, claras.
En la oración mi vida
no cavila, no habla;
sólo sabe decirte muy despacio:
gracias, Dios mío, gracias.
Consuelo Ojeda
Desde que tú me hablas
Me es insulso el hablar de los hombres
porque hay mucha mentira y falsedad
en ese afán de buscarse a si mismos
y tanta vanidad.
Y hace tiempo, Señor, que voy buscando
tu luz y tu verdad.
Háblame tú, Señor, que tu lenguaje
es sencillo, puro, transparenta,
y siempre eres igual
Pero hazme, Señor, más coherente
en mi modo de ser
que pagado de mi, y variable,
y lleno de egoísmo,
he sido yo también hasta ahora mismo
y no quiero, Señor, ser mas así.
Consuelo Ojeda
¿Conocerte AMOR
será llorar un poco,
perseguir un no sé qué
que se me escapa
y que está tan fuera de mí
pero que cuido con mimo y respeto?
¿Tratarte será
mirarte mucho,
preguntarte con los ojos
y seguir escondiéndome
tras de ti
para llamarte por el
nombre único
que te mereces?
¿Abrazarte será
arrojarte a tu propio campo,
darle color a tu cuadro
sin firmar
nunca que fui yo
quien tanto quiso
colorearte, peinarte
esculpirte… Amarte?
¿Amarte AMOR será
tener el corazón en vela,
buscar maneras
de enamorarte,
no desechar ninguna teja de tu tejado,
enmendar las escaleras
sin que Tú sepas que te estoy amando?
¿Este llorar por dentro,
con tu rostro en mi cabeza
y mi voz sin llegar a gritarte
será que es amor, AMARTE?
(Escrito después de la Confirmación, amar a Jesús en los niños. 23.04.04)
Irene del Río
Como el agua de la fuente
así quisiera yo ser:
siempre viva en la corriente
para el que quiera beber.
Agua que graba sus huellas
al cruzar por la llanura,
y refleja las estrellas
en la noche más oscura.
Incansable en su cantar,
sólo existe para dar,
y que limpia y transparente
no se sabe detener...
Como el agua de la fuente
quisiera yo ser.
Consuelo Ojeda
Cargaste de infinito
mi corazón y siento
la impotencia y el gozo,
la paz y la ilusión.
Y me faltan palabras
para mi pensamiento
y la música exacta
que exige mi canción.
Consuelo Ojeda
De cuantos medios me ayudan
en busca de mi "ideal"
que es Señor "tu Voluntad"
y el ser sin reserva tuya...
es para mí el más amado
ese vivir para dentro
buscándote allá en el centro
de mi alma, con cuidado.
Sentirme en todas mis horas
de mi Cielo en posesión,
viviendo en perfecta unión
con el Dios que en mi alma mora.
Y en esta plena armonía
y suave contemplación
surge en mi vida la acción,
porque mientras llega el día
de la consumada unión
es preciso aprovechar
y a muchas almas llevar
a su eterna salvación.
Pero nunca descuidando
ese vivir hacia dentro
en un perfecto silencio
el querer de Dios buscando
— 1-1-1959 —Madre Belén
Señor, infunde por dentro
ese don de tu bondad;
es con él, cuando al mirar
todo lo tornamos bueno.
Se comprenden lo errores;
es más fácil el perdón
y en nuestra diaria acción,
de tu ternura es reflejo.
¡Infunde, Señor, por dentro
ese don de tu bondad!.
Eloísa Planas 1999
Bese, Señor tu Espíritu
mi frente,
besando mis pensamientos
y su dolor.
Bese, Señor, tu Espíritu
mi corazón,
calladamente,
besando mis sentimientos,
que queman, que arden,
que duelen.
Bese, Señor, tu Espíritu
mi boca,
besando mis palabras
que matan, que ahogan.
Bese, Señor, tu Espíritu
mis manos
que tocan para llenarse
sin llenarse.
Besa, Señor, con tu Espíritu
mi vida.
Que es tuya,
para que sea
definitivamente TUYA.
Irene del Río 31.05.09
Al frente, los pinos.
Arriba el sol.
Al lado el mar.
Y dentro de mí
la vida.
Y dentro de la vida
tu, SER.
Desde los pinos, el sol y el mar
voy a la vida, voy a tu SER.
Y desde el SER y desde la vida.
Qué bellos los pinos, el sol y el mar.
Consuelo Ojeda
Aceptar por amor
qué bello es.
Aceptar por amor
el día y la noche
y la luz y la sombra
y el sol y el viento.
Aceptar por amor
las alegrías.
Aceptar por amor
el sufrimiento.
Porque sé que tú miras
al revés de la trama;
porque tú nos preparas
un eterno mañana
en que habré de alegrarme
de vivir de tu amor
y de poner mis ojos
en tu cruz salvadora;
y espero darte gracias
porque llegó la hora
de comprender más dentro
tu cruz y tu dolor.
Aceptar por amor qué bello es.
Es compartir contigo
el dolor y la cruz;
es poner en las sombras
un destello de luz
y sentir en la vida
la fuerza de la fe.
Consuelo Ojeda
Ábreme la ventana.
Deja que entre la luz
y el aire
de la mañana.
Deja que entre la brisa
y con ella el recuerdo
y el bien
de una sonrisa.
Haz que llegue el olor
a primavera.
Que lleguen muchas cosas
y que todas me inviten
a salir fuera
Consuelo Ojeda
Ábreme despacio el corazón,
cuélate entre las rendijas
de mi cueva,
necesito tu AMOR
como el agua que refresca
en las almas desérticas.
Desabróchame las resistencias,
besa el escozor,
y entra, entra con tu AMOR
en mi empastada tierra.
Golpea, magulla, derriba
o bien llama, recita,
canta,
pero no me dejes ni un segundo más
engolfada en mi
enquistada miseria.
Desciende, penetra,
en mi vida, en mi tienda,
levanta y ábreme la puerta...
Dame tu TERNURA, Señor...
y mientras llegas
(porque llegarás...)
dame de ti PACIENCIA
en la Espera.
Irene del Río
Abandono mi vida en tus manos,
confío mis días a tu querer,
descanso mi alma en la tuya
porque sé que lo que hagas
con mi vida, con mis días, con mi alma
será bueno
tendrá siempre la firma
de tu amor en la esquina.
Me abandono, me confío
me entrego
porque Tú eres mi Señor
y mi Dueño
y aunque todo lo llevo puesto,
nada es mío, todo es tuyo
y de tu Reino.Levántame cada mañana
Irene del Río 6.09.08
y enciéndeme con tu Palabra,
tenme el corazón siempre dispuesto,
despierto, atento,
vivo, hambriento.
Que mi corazón también es tuyo,
cuídalo, que para
seguirte PARA SIEMPRE
y cada día
es lo único que tengo.