Después el Espíritu Santo condujo a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo. Y después de cuarenta días y cuarenta noches tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan’. Pero Jesús respondió: ‘Dice la Escritura que el hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’. Después de esto, el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, puesto que la Escritura dice: Dios ordenará a sus ángeles que te lleven en sus manos para que tus pies no tropiecen con piedra alguna’. Jesús le replicó: ‘También dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios’. En seguida lo llevó el diablo a una montaña muy alta, le mostró toda la riqueza de las naciones y le dijo: ‘Te daré todo esto si te postras delante de mí, y me adoras’. Entonces Jesús le respondió: ‘Aléjate de mí, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios y a él sólo servirás’. Entonces lo dejó el diablo y, acercándose a unos ángeles, se pusieron a servirle. (Mt.4, 1-11)
Mc 14,12-16.22-26:
“Esto es mi Cuerpo.
Ésta es mi Sangre”
“Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no hagáis frente al que os hace mal; al contrario, a quien te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica, dale también el manto; y al que te exija ir cargado mil pasos, ve con él dos mil. Da a quien te pida, y no vuelvas la espalda al que te pide prestado.
Habéis oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. De este modo seréis dignos hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa merecéis?¿No hacen también eso los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos ¿qué hacéis de más?¿No hacen lo mismo los paganos? Vosotros sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.” (Mt. 5, 38-48)
Al frente, los pinos.
Arriba el sol.
Al lado el mar.
Y dentro de mí
la vida.
Y dentro de la vida
tu, SER.
Desde los pinos, el sol y el mar
voy a la vida, voy a tu SER.
Y desde el SER y desde la vida.
Qué bellos los pinos, el sol y el mar.
Consuelo Ojeda
La Pascua nos habla de un Corazón que se entrega...
- ¿Nos atrevemos a hablar al Corazón del Señor desde dentro, dejándonos interpelar?
- ¿Me siento enviado a hablar de Jesucristo y de su amor entregado, humillado, esclavo...?
-
Canto
Salmo
A ti, Señor, me acojo :
no quede yo nunca defraudado ;
tú que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí.
ven aprisa a librarme,
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte ;
por tu nombre dirígeme y guíame :
Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu :
tú el Dios leal, me librarás.
Te fijaste en mi aflicción
velaste por mi vida en peligro.
No me entregaste en poder del enemigo,
colocaste mis pies en terreno espacioso.
Pero yo confío en ti, Señor,
digo : Tú eres mi Dios.
En tu mano están mis azares :
líbrame de los que me persiguen.
Muestra a tu siervo tu rostro radiante,
sálvame por tu lealtad.
del salmo 30
Lectura
¡Lanza gritos de gozo, hija de Sión, lanza clamores, Israel! (...) Ya no temerás ningún mal. Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos! El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo, como en los días de fiesta.
Sofonías 3,14-18a
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios.
Juan 1,6-12
Canto
Silencio
Oración de alabanza
Jesús, a ti que vienes a anunciar a los pobres la Buena Noticia:
—Bendecimos tu santo nombre.
Jesús, a ti que vienes a revelar a los seres humanos la alegría del perdón:
—Bendecimos tu santo nombre.
Jesús, a ti que das a conocer tu amor a quienes se creían excluídos:
—Bendecimos tu santo nombre.
Jesús, quieres que tu Evangelio sea proclamado en todo lugar:
—Bendecimos tu santo nombre.
Jesús, tú sostienes la esperanza de tu Iglesia:
—Bendecimos tu santo nombre.
Jesús, tú vienes a habitar en medio de nosotros:
—Bendecimos tu santo nombre.
Padrenuestro
Oración
Salvador de toda vida, que se alegren los que te buscan. Tú nos dices: conozco tus pruebas y tu pobreza, y sin embargo estás colmado. ¿Colmado de qué? De las fuentes vivas, escondidas en lo más profundo de ti.
Bendícenos, tú, el Dios vivo que, mediante el bautismo, nos has revestido con un nuevo vestido que es Cristo mismo.
Cantos
Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y adoración del Señor. No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. (...) La justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos. Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja. Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento del Señor, como cubren las aguas el mar.
Isaías 11,1-9
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Lucas 1,39-45
San Pablo escribe: Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Absteneos de todo género de mal. Que El, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama y es él quien lo hará.
1 Tesalonicenses 5, 16-24
Jesús dice a Nicodemo: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.» Nicodemo le responde: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»
Juan 3, 3-8
San Pablo escribe: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura sea conocida por todos. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4, 4-7
Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta: Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y yo no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Marcos 1, 1-8
Aceptar por amor
qué bello es.
Aceptar por amor
el día y la noche
y la luz y la sombra
y el sol y el viento.
Aceptar por amor
las alegrías.
Aceptar por amor
el sufrimiento.
Porque sé que tú miras
al revés de la trama;
porque tú nos preparas
un eterno mañana
en que habré de alegrarme
de vivir de tu amor
y de poner mis ojos
en tu cruz salvadora;
y espero darte gracias
porque llegó la hora
de comprender más dentro
tu cruz y tu dolor.
Aceptar por amor qué bello es.
Es compartir contigo
el dolor y la cruz;
es poner en las sombras
un destello de luz
y sentir en la vida
la fuerza de la fe.
Consuelo Ojeda
Ábreme la ventana.
Deja que entre la luz
y el aire
de la mañana.
Deja que entre la brisa
y con ella el recuerdo
y el bien
de una sonrisa.
Haz que llegue el olor
a primavera.
Que lleguen muchas cosas
y que todas me inviten
a salir fuera
Consuelo Ojeda
Ábreme despacio el corazón,
cuélate entre las rendijas
de mi cueva,
necesito tu AMOR
como el agua que refresca
en las almas desérticas.
Desabróchame las resistencias,
besa el escozor,
y entra, entra con tu AMOR
en mi empastada tierra.
Golpea, magulla, derriba
o bien llama, recita,
canta,
pero no me dejes ni un segundo más
engolfada en mi
enquistada miseria.
Desciende, penetra,
en mi vida, en mi tienda,
levanta y ábreme la puerta...
Dame tu TERNURA, Señor...
y mientras llegas
(porque llegarás...)
dame de ti PACIENCIA
en la Espera.
Irene del Río
Y yo, ¿qué busco en la oración? ¿y qué encuentro?
Mi vida y la oración... ¿tienen que ver? ¿es importante orar para mí?
Señor, que seas la fuente de mi primer amor, que encuentre tu agua para que mi vida sea VIDA
Abandono mi vida en tus manos,
confío mis días a tu querer,
descanso mi alma en la tuya
porque sé que lo que hagas
con mi vida, con mis días, con mi alma
será bueno
tendrá siempre la firma
de tu amor en la esquina.
Me abandono, me confío
me entrego
porque Tú eres mi Señor
y mi Dueño
y aunque todo lo llevo puesto,
nada es mío, todo es tuyo
y de tu Reino.Levántame cada mañana
Irene del Río 6.09.08
y enciéndeme con tu Palabra,
tenme el corazón siempre dispuesto,
despierto, atento,
vivo, hambriento.
Que mi corazón también es tuyo,
cuídalo, que para
seguirte PARA SIEMPRE
y cada día
es lo único que tengo.
En aquel tiempo dijo Jesús: “Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y amará al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Por tanto os digo: No estéis preocupados por lo que habéis de comer o beber para vivir; ni por la ropa con que habéis de cubrir vuestro cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Y de todos modos, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? Y por el vestido, ¿por qué os preocupáis? Mirad cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os darán por añadidura. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” (Mt.6, 24-34)
A tí que estás sentado en tu sillón
A TI QUE ESTAS SENTADO EN TU SILLÓN
ATENTO O DISTRAÍDO, TE RECLAMO:
QUIERO QUE HAGAMOS VIDA ESTA CANCIÓN,
QUE A DIOS VAYAMOS JUNTOS DE LA MANO.
Hasta ahora sólo hablamos en teoría
de un mundo que sería más cristiano,
de un mundo que será sólo teoría si tu y yo
ahora no hacemos nada por cambiarlo.
De poco servirán nuestros esfuerzos
si en la calle no hacemos que se noten;
las palabras que lanzamos a los vientos:
que "Cristo sigue vivo en cada hombre".
Ya no valdrán mil "peros" ni disculpas,
que Cristo no es alguien con quien se juega;
si nuestro mundo no cambia, solamente será culpa
de quien diciendo "Sí", luego reniega.
A ti que estás sentado en tu sillón:
quisiera que no olvides este rato;
Dios ha pasado por este rincón
y quiere que a Él vayamos de la mano.
Esta canción nos habla de un mundo distinto que surge de lo que hagamos tu y yo para cambiarlo. Un mundo que necesita que salgamos a la calle notándose que somos cristianos, que tenemos algo importante que decir y no podemos quedarnos callados.
Ojalá el Espíritu nos ayude a ir juntos de la mano hacia el Señor.
‘Los fariseos se pusieron de acuerdo para sorprender a Jesús en alguna palabra y acusarle. Así que enviaron a algunos de los partidarios de ellos, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: “Maestro, sabemos que tú siempre dices la verdad, que enseñas de veras a vivir como Dios manda y que no te dejas llevar por lo que dice la gente, poruqe no juzgas a los hombres por su apariencia. Danos, pues, tu opinión: ¿estamos nosotros obligados a pagar impuestos al césar, o no?”. Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tendéis trampas? Enseñadme la moneda con que se paga el impuesto”. Le trajeron un denario, y Jesús le preguntó: “¿De quién es esta imagen y el nombre aquí escrito?”. Le contestaron: “Del césar”. Jesús les dijo entonces: “Pues dad al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios”.’ (Mt.22 , 15-21)