
a. El Evangelio no es un manual de ética. El Evangelio es Jesús haciendo y diciendo, e invitándonos al seguimiento: “Si quieres…”
b. El Evangelio no es una propuesta de intachabilidad. El Evangelio es Jesús apostando por la bondad y la felicidad, e invitándonos: “Si quieres…”
c. El Evangelio no es una arenga voluntarista para el control de la propia vida. El Evangelio es Jesús abierto al sueño de Dios y a la fuerza de su Espíritu, e invitándonos: “Si quieres…”
d. El Evangelio no es una soflama para dar culto a Dios. El Evangelio es la persona y la vida de Jesús troceada y derramada por los demás (¡Eucaristía!), e invitándonos: “Si quieres…”
«La palabra “Señor” es en Mateo el título con el que los discípulos, y solo ellos se dirigen a Jesús, pero sobre todo al Hijo del Hombre como juez universal (…) La invocación del juez universal como “Señor” es correcta teológicamente; pero la invocación correcta no decide nada.» ULRICH LUZ, El Evangelio según San Mateo volumen I, Ed. Sígueme, pg.568.